Harry entra a Hogwarts, pero contrario a lo que todos creían, el chico era un niño con sonrisa confiada, y depredadora. Un perfecto Slytherin, el rey, si gustas. o eso creían todos. Pero por dentro... por dentro Harry estaba roto, pero no se atrevía a acabar con su existencia. era demasiado cobarde para ello.