*∞Ellos sabían que el estaba roto∞*
El mundo mágico estaba en un caos. El rumor del ataque a los familiares de Potter se esparció como pólvora. Después de que la orden encontrara los cadáveres, llamaron al departamento de aurores, y a pesar de que querían mantener en secreto el ataque, se esparció de todas formas.
El tutor del niño, Sirius Black, estaba hecho un caos, haciendo todo lo posible para encontrar a su sobrino.
Y Remus Lupin, mejor amigo del ex fugitivo estaba igual, tratando de usar todos sus sentidos lobunos en busca de su cachorro, el cachorro de su pequeña manada.
El lobo entro en la ancestral casa Black, luego de buscar por nuevos lugares, o donde los rumores decían que podría estar.
Camino hasta la cocina, y al entrar se encontró con el lord de la antigua casa, reclinado en una silla, con una botella de vodka muggle, casi vacía, y tres botellas vacías sobre la mesa, todas ya bebidas.
Remus se sentó en la silla de la punta, al lado de su amigo, se sacó la botella de las manos, haciendo que este lo mirase con una ceja levantada, y bebió lo último que quedaba.
– ¿Encontraste algo?–cuestiono el ojiplata
–Nada–respondió en un susurro roto
Black hecho la cabeza hacia atrás en un suspiro, y volvió a mirar hacia arriba.
–accio Vodka–murmuro apuntando su varita al gabinete donde su padre solía guardar todo tipo de alcohol histórico. Lo mataría si lo viera tomárselo.
La botella voló a su mano, la abrió y le dio un largo trago, para luego pasársela al lobo.
–quiero a mi cachorro–murmuro con voz rota el pelinegro. Lagrimas se juntaban en la esquina de sus ojos – ¿crees que este bien?–le cuestiono, mirando de reojo a su amigo
–no lo sé... pero realmente espero que este bien–susurro, bebiendo otro trago de Vodka
–dios... es solo un niño... ¿Por qué...? –la voz de Sirius se quebró antes de terminar la pregunta
Remus solo se quedó en silencio, con un nudo en la garganta al pensar en su cachorro, y porque le sucedía todo lo malo.
–Se veía tan asustado cuando su nombre salió del cáliz...–comenzó Black –el trato de fingir ser fuerte e indiferente... como una serpiente... pero yo lo sabía, él tenía miedo, porque sabía que este concurso no era para alguien de 14 años–las lágrimas corrían por su mejilla
– ¿A qué crees que se refirió el niño Malfoy?–pregunto Remus, mirando por fin a quien tenía su corazón y este ni lo sabía.
–...–quedo en silencio unos segundos, hasta que miro a su mejor amigo, que por alguna razón que no entendía le aceleraba el corazón cada vez que estaban cerca –Harry estaba roto... fue herido por sus parientes muggles... jamás me lo dijo, o me dijo que le hicieron... pero se le notaba sumiso ante los gritos, y las ordenes de los mayores, a pesar de que fingía ser un chico con el ego alto... también se tensaba cuando alguien mayor se le acercaba...me costó mucho poder abrazarlo o tocarle el hombro y el cabello sin que reaccionara de mala manera... lo escuchaba en la noche despertarse por pesadillas, pero jamás me hablo de ellas, solo fingía que no pasaba–le conto al ojimiel
–si... note como se tensa con personas mayores que el–respondió solamente
–Malfoy solo confirmo mis dudas de que algo malo sucedió–
–Espero este bien–
Ahora mismo, ambos tenían lágrimas en los ojos, estaban algo borrachos, ya que Sirius se tomó cinco botellas de alcohol y Remus, quien no tenía tanto aguante como su mejor amigo se tomó una entera.
ESTÁS LEYENDO
Arrogantemente Roto
أدب الهواةHarry entra a Hogwarts, pero contrario a lo que todos creían, el chico era un niño con sonrisa confiada, y depredadora. Un perfecto Slytherin, el rey, si gustas. o eso creían todos. Pero por dentro... por dentro Harry estaba roto, pero no se atrevía...