Claire Manson llevaba una vida lo suficiente vacía y rutinaria. Ella no conocía el cariño. Ella no sabía lo que se sentía ser querida. Ella vivía oculta. Él llegó como la luz en un túnel oscuro, pero una luz engañosa. Él fue su verdugo. Su nombre quedó grabado para siempre, de la peor manera. Él era Caín, el nombre de sus pesadillas y el creador de su infierno.