A veces deseo que mueras

El Emperador de Croysen odiaba a la Emperatriz Yvonne. Lo suficiente como para desear que desapareciera tres veces al día.

No le gusta la cara de alguien que se parece al Duque de Delua, su enemigo. Pero por mucho que la insultara, su carácter indiferente y distante seguía siendo el mismo, lo que le hacía sentirse aún más terrible.

No le importaba si ella desaparecía o moría. No le importaba nada con tal de no ver su cara.

Entonces, su deseo se hizo realidad.

Cuando ya no deseaba que sucediera.