A lo largo de los años había perdido mi alegría, mi sonrisa y hasta mi forma de ser solo por encajar con mis supuestos amigos. Amigos que me hicieron la vida imposible, me utilizaron y acabaron con mi poca autoestima y felicidad. Cambie mi peinado y no funcionó, me maquille y tampoco funcionó. ¿Que más podría funcionar? La respuesta la sabía, nada iba a funcionar. Trate de sobrevivir a la escuela y así fue. Hasta que un día ocurrió lo inevitable.