NOTA DE LA AUTORA
Creo que será habitual esto de las notas en cada capítulo. No he podido editar (cosa rara) No me gusta dejarlos en suspenso, así que les presento el capítulo con alguno que otro error (mis disculpas). Otra cosa, sé que cuando vuelva a abrir Wattpad, estarémos en 2k ¡Qué emoción! GRACIAS
Al ver aquello, no quise volver a pensar en amor. La escena del crimen se presentaba ante nosotras como de película de terror.
Helen Flores, está sentada llorando al lado de su cuerpo con un agujero de bala en el costado derecho. Su esposo, cuyo cuerpo yace acuchillado en la cama, la mira aún con sorpresa. Los niños duermen en la parte de abajo, Alelí logró que no despertaran aún y cuando los gritos de su padre se escuchaban en toda la cuadra y el sonido de una bala resonó por unos segundos en el aire. Esas dos almas no merecen ver éste desastre.
Se supone que eran una familia española normal. El padre, pastor en una iglesia. La madre, maestra de kínder. Miro acusatoriamente a Pamela, creo que su influencia fue demasiada.
— ¿Qué? —Me mira rodando los ojos— Se supone que estamos aquí para juzgar a ese par —ambos entes, voltean a vernos.
Alelí, con su aura de tranquilidad absoluta, procede a hablar.
—Helen…
El ente rompe en llanto al escuchar su nombre.
—Siempre fuiste una cobarde, asume tus actos —el ente de quien sería su esposo, la mira con sus brazos en jarra.
—Lo de cobarde o no lo decidimos nosotras —dejo salir dándome cuenta de la situación. Nos reunimos alrededor de las almas y sentimos toda la ira y angustia reinantes.
—Alelí, creo que deberías…
No hizo falta terminar la frase, porque ya las tres comenzamos a ver la vida del matrimonio.
Helen era una chica cristiana, nacida en una familia de principios morales arraigados. Él un fanfarrón abandonado por su madre; su padre le inculcó el machismo y el odio hacia las mujeres. Un profundo rencor en su alma me habla de que no tiene capacidades de perdonar. Helen se enamoró del chico malo que arreglaba los autos de su padre. Al casarse, el padre de Helen llevo a Martin, su ahora yerno, por el camino de Dios, lo que lo convirtió en un pastor.
La figura pequeña de Helen tiembla al ver lo mismo que yo: su primera golpiza. Martin con el tiempo que pasaba en la iglesia, se alejó de su matrimonio y una noche, al llegar y no conseguir cena, le pego en un ojo con el cucharon con el que debía coserle la pasta.
Fueron diez años, dos niños y vejaciones. Martin la humillaba, la sacó de su trabajo a media mañana porque no tenía ropa limpia. Luego de eso, la despidieron. El último año, se dedicó al hogar, a asistir a la iglesia y a los niños. Esos niños que amaba con su alma y que la trataban tan o igual de mal que su esposo.
Los gemelos nacieron al segundo año de matrimonio, eran la adoración de Martin luego de su llamado Dios. Le trataba de enseñar lo que su padre le enseñó a él y lo lograba. Helen era una extraña en su casa. La esposa de un pastor y la madre de un par que no le daban ni las gracias por la cena.
Intentaba congraciarse con Martin, no quería perderlo todo. Al principio parecía tan perfecto, al principio era el lobo vestido de caperucita. Helen, en su último intento desesperado por salvar su matrimonio, preparó una cena para el marido, que esa noche llegaría tarde, despeinado y cansado.
Martin ni si quiera miró la cocina, en la cual la mesa estaba servida para dos. Subió directo a la alcoba y sin bañarse, se lanzó sobre las sábanas. Helen, derrotada, se paro en la puerta a observar su matrimonio fracasado. Como siempre, se acercó a acomodar las prendas que su marido lanzaba al suelo.
Fue entonces que lo vio. En la parte interna de la tela de su pantalón de chándal, estaban marcados en lápiz labial rojo unos labios. Una infidelidad. Encolerizada, buscó el mismo cuchillo con el que esa noche había cortado el cerdo para esa cena que no fue probada, y se lanzó sobre su esposo que despertó horrorizado para ver por última vez la cara llena de furia de su esposa que pasaba por un episodio psicótico.
Al caer en la realidad, ver la sangre manchar los mismos pantalones de seda que señalaban de culpable a su marido, buscó el arma entre sollozos. Un revolver dejó el cuerpo físico de Helen en el suelo del pasillo. Una muerte cobarde de una mujer valiente.
Hay veces, que no puedo con tanto. Mis poderes no pueden ser superados, yo supero a los de mis hermanas, pero las emociones humanas, van más allá de cualquier control.
Abro los ojos y observo al hombre cuarentón con los ojos marrones bien abiertos. Helen se lanza de rodillas y llora sin detenerse.
Miro a mis hermanas y ellas ya saben qué hacer.
Helen será un pájaro. Volará libre de cualquier raciocinio, pero siempre temerá por su vida; así como su víctima.
Martin, será mujer y luchará por mantenerse en una cultura donde no las dejan ser. En alguna parte de Arabia, entenderá lo mucho que vale el género femenino.
Al irse mis hermanas con los entes, observo los cuerpos vacios. Los niños aún duermen y luego de esto, vivirán con los padres de la mujer que tanto detestaban.
Sin saber porqué, aparezco en el hospital donde lo dejé aquella vez. Luego de esto, no comprendo al amor y su aguante. A las emociones y la atracción. Sin el amor, no existieran los humanos y sin los humanos no tendría razón de ser. Lo que no logro comprender, es ¿por qué no dura para siempre?
Recorro el hospital y veo a tantas almas que morirán. No he conocido ningún ente que se reencuentre con su pareja en la otra vida. Algunos enfermos serán recogidos por Alelí, otros por Pamela. Cuando alguien muere, involuntariamente veo lo que ven mis hermanas. No sé si es telepatía, pero ya saben la nueva vida que les escogí.
En un largo pasillo de ese hospital en Florida, a través de una ventana transparente, veo a la rubia que besaba la mano de Tyler. Está recibiendo quimioterapia junto a los padres de él.
¿Tyler la abandonó por su trabajo, aún y cuando ella tiene cáncer?
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Balance
Ficção Geral¿Qué pasaría si te dijera que soy la causa de tus problemas? ¿Me matarías? ¿Y si te digo que no puedes matarme? ¿Qué tal si te pido que lo hagas y acabas muriendo tú? ¿Y si te digo que estuve en el año 1800 y te conozco desde entonces? ¿Qué pasaría...