En el capítulo anterior...
–Bueno, creo que me iré, si el personal de la escuela ve que estoy en éste cuarto y no en el mío me reportará, así que mi lady, procederé a retirarme– Mencionó tomando su mano y regalándole un dulce beso para retirarse.
–Espera... Yo...– Los nervios le ganaron, era imposible hacerlo, la culpa la invadía–Espero que tengas buenas noches– Deseó regalándole una sonrisa forzada la cual fue correspondida por una verdadera.
–Gracias, espero que igual las tengas– La albina se despidió con un corto beso en los labios y se retiro de la habitación dejando a la rubia sola.
–No puedo– Soltó el vaso de inmediato, no le importaba dejarlo caer desde el balcón, ni lo quería ver –No puedo dejarte– Susurró recordando las únicas palabras que la habían hecho sentirse querida.
"Yo también te amo"
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Miedo, desesperación, tristeza, angustia, todo era una bomba de emociones y confusiones que no podía soportar la rubia. Tras lo de ayer, se había quedado dormida en el balcón, pensando como es que iba a proteger a la albina, ahora que ya lo sabía la antes mencionaba, no sabía lo que sucedería después, temía por la vida de ella, no soportaba la idea de perder a la persona que muy probablemente era el amor de su vida.
—Soy una tonta — Susurró.—Si tan solo me hubiera aguantado las ganas de besarla, no estaría pasando esto —.
Toc toc
Sonó la puerta de su habitación, provocando que volteara rápidamente asustada, no quería que fuera la albina, (en cierta parte), pues la verdad era que deseaba verla y escaparse juntas, decirle que para ella lo es todo, confesarle que le encantaban esos ojos que tanto le fascinaban, quería... — ¡Chica! ¿Estás ahí?— Sonó una voz masculina interrumpiendo sus pensamientos. De inmediato se paró, acomodo un poco su ropa, para acto seguido, ir a abrir la puerta a quien estaba esperando al otro lado de esta.
—Pero ¿qué te pasó? — Preguntó la rubia queriendo reírse de su amigo, quien venia despeinado y con la camisa mal arreglada, además de que su apariencia no le ayudaba, en especial esas ojeras.
—Jamás me creerías lo que pasó ayer, fue totalmente ¡Loco! — Comentó el castaño entrando a la habitación con pasos torpes.
— ¿Estás borracho? —
—No, solo me duele la cabeza, creo que me dio la cruda — Dicho esto, se acostó boca arriba en su cama —Te perdiste de lo que pasó ayer, después de que te fuiste, veinte minutos después se inició una fiesta para relajarnos todos los que venimos, hasta los maestros se unieron y... nos la pasamos... bien —. El pobre ya no pudo más, y termino durmiéndose en medio de la explicación provocando que la rubia riera.
—Bueno, creo que iré por algo de desayunar — Dicho esto, fue dispuesta a bajar hacia el buffet que se encontraba en el hotel, claro, con el cuidado de no encontrarse a la albina. Su misión fue exitosa, en ningún momento se encontró a la más alta, lo que en su momento lo encontró normal, ya era tarde como para estar desayunando, así que su principal pensamiento fue que ella estaba haciendo otra actividad o simplemente estaba dormida.
—Buenos días, señorita — Dijo apareciendo de la nada la de pelos blancos causando un gran susto en la más baja. Mala decisión para la más alta, pues la rubia ya le había lanzado su vaso de jugo de naranja entero. —Con un "hola" era suficiente —. Mencionó con un tonó de voz decaído viendo como su ropa ya estaba empapada.
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Mi Secreto [Puppica]
FanfictionLas personas tienen secretos ¿Tu has tenido uno? Claro que si, no hay ser humano que no tengo uno. Hay diferentes secretos, los que no son tan importantes y se los andas contando a tus amigos, los que tienen una ligera importancia y solo se lo cuen...