Sus pasos eran rápidos, no podía pensar bien en esos momentos, el pánico era el que invadía todo el cuerpo de la rubia, quería hacerse la idea de que había alucinado. De vez en cuando volteaba hacia atrás revisando que no la siguieran, no se sentía segura en ese lugar, quería llegar a su habitación y encerrarse, creer que todo esto era efecto del cansancio.
El corazón de la de ojos morados se paró al ver un hombre enfrente de ella, retrocedió queriendo volver sobre sus propios pasos, cosa que fallo pues alguien más apareció detrás de ella, no había escapatoria, ya había sido acorralada.
–El jefe quiere verte, te has metido en serios problemas– Comentó el hombre frente a ella acercándose a la rubia y tomándola del hombro.
–¿É-Él esta aquí?
El otro no dijo nada, sólo comenzó a caminar llevándola a una lugar en específico, para su mala suerte el lugar estaba vacío, parecía como si todo hubiese sido planeado. Al llegar pudo visualizar a quien más temía en el mundo, a la mismísima persona que hizo de su vida un infierno.
–Querida, que casualidad tenerte aquí– Sus palabras claramente sonaban con sarcasmo, el hombre se encontraba sentado con su tobillo encima de su rodilla, fumando su cigarro que ya estaba apunto de consumirse por completo.
–Jefe– Dijo agachando la cabeza, no era capaz de mirarlo.
–Ayer estaba con un cliente súper especial– Habló apagando por completo el cigarro –Nos iba a dar un gran trato que posiblemente ayudaría mucho en cuestión de dinero en el lugar, sólo pedía una única cosa, algo simple, fácil y rápido... ¿Sabes lo que era?– Preguntó secamente.
–N-No lo sé señor– Respondió nerviosa.
–Quería a la sexy, hermosa, cautivadora y seductora gran Chick– Dicho esto, se paró de su siento y con pasos lentos se fue acercando a la rubia quien sentía su fin cerca –¿Y dónde estaba la gran Chick?– Con delicadeza tomó el mentón de la de ojos morados haciendo que lo mirara –¿Dónde estaba mi gran estrella? ¡Dónde!– Gritó exaltando a la menor provocando que esta cerrara sus ojos, la pobre no tenía el valor de hablar, la mirada de éste era tan penetrante que la intimidaba, la paralizaba, la asustaba hasta el punto de querer gritar en busca de ayuda.
Un gran suspiro fue lo único que dio para luego soltar a la rubia, estaba consciente de que ya le había causado el temor que quería provocar, ahora sólo faltaba hacer la parte de la charla.
–Siempre confíe en ti, eras mi empleada favorita, mi pequeña estrella, te di un trabajo para que ganes dinero ¿Y así me pagas?, perdí algo que nunca volverá a pasar y todo por tus estúpidas cosas de la escuela– Ahora su tipo de voz sonaba con furia.
–Lo l-lamento mucho, no era m-mi intención
–No me pidas disculpas, me hiciste darme cuenta de la realidad– Éste se volvió a sentar sobandose la sien pues sentía un intenso dolor de cabeza –Desde ahora las cosas van a cambiar, no podrás volver a este lugar y no podrás salir del trabajo ¿Entendiste?–
–¿Qué? P-Pero son mis estudios, no puedo dejarlos– Dijo preocupada.
–No me dejas otra opción, tus malas decisiones me han perjudicado a mí, no pienso volver a perder algo tan valioso por tus tonterías
–Le prometo que no volverá a pasar, por favor, no me saque de aquí– Suplicó, estar en esa universidad era su gran logro en la vida, era lo que siempre quiso, no podía perderlo tan fácilmente.
–Mi cielo, otra de las razones por las que decido esto, no sólo es por lo que me hiciste, si no también por como has estado trabajando, ya no atiendes a los mismos clientes de antes, desde que comenzaste a frecuentar al mismo cliente todos hacen fila por ti– En ese momento se quedo helada, era cierto, desde que había estado con la albina su trabajo había sido distinto, ya no era lo mismo, no trabajaba con tanta frecuencia como antes, le daba más prioridad a ella que a otra cosa.
–Pero esta cumpliendo con el protocolo, se le respeta su hora por la que paga– Se excusó
–Pero gano menos, el chiste es ganar más, no me puedo conformar con eso– Dicho esto se paro de su asiento decidido a dejar el lugar –Te espero afuera del hotel con tus cosas, nos vamos– Ordenó.
–Espere, no puede hacer esto– Dijo tomándolo del brazo para que no caminara.
–¡Soy tu jefe y me obedeces!– Sin tener piedad alzo su mano derecha y le dio una gran cachetada a la rubia quien cayó al piso.
–¡Chica!– Grito la albina recién llegando ayudando a la más rubia a pararse del suelo.
–¿Tú quien eres? Será mejor que no te...– Éste se quedo callado, reconocía a esa persona perfectamente.
–¡Qué le pasa! ¡No se le pega a una mujer imbécil!– Grito con enojo, no le había agradado la escena que había presenciando.
–Ahora entiendo todo– Dijo sonriendo.
–Puppet... Vete de aquí, por favor– Pidió nerviosa, no era bueno que ella estuviera ahí.
–Me preocupas, no te dejare con este patán
–Así que tú eres quien frecuenta a Chick... ¿No?– Dijo mirando a la albina.
–¿Tú como sabes que hago eso?– Preguntó con rareza.
–Soy el jefe del lugar jovencito, siempre solicitas a Chick por una hora– Éste se cruzó de brazos.
–¿Y ya por eso tienes el derecho de pegarle a mi amiga?– Su enojo le estaba ganado, no permitiría que alguien tocara a la rubia.
–Interesante... Entonces me disculpo, sólo quería hablar unos asuntos pendientes con Chick, a perdón, Chica, siento las molestias– Sin decir nada más, este se fue del lugar dejando a las dos solas.
–No debiste de intervenir– Comentó preocupada.
–Ese idiota te pego, no lo iba a dejar así, además... me preocupas– Dijo desviando la mirada provocando un leve sonrojo en la rubia.
–A-Aun así, no debiste de hacerlo– Su corazón al recordar esas palabras se aceleró, era la primera vez que le decía algo como eso.
–Fue un impulso, ahora vamos a tu cuarto, estas helada– Dicho esto, la de pelo corto ayudó a parar a la otra y juntas, fueron al lugar ta antes mencionado.
Continuará.
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Lo bueno es que dije que iba actualizar más seguido :v
-le tiran las chanclas-
Como siempre, actualizando cada mes, soy tan irresponsable :'v
Pido disculpas, ya, ahora sí, trataré de ser más constante en el tema de actualizar.
Espero que hayan disfrutado el capítulo que esta recién hecho para ustedes.Me sentí identificada jajajaja
Bueno, sin nada más que decir, se despide
Motita19
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Mi Secreto [Puppica]
FanfictionLas personas tienen secretos ¿Tu has tenido uno? Claro que si, no hay ser humano que no tengo uno. Hay diferentes secretos, los que no son tan importantes y se los andas contando a tus amigos, los que tienen una ligera importancia y solo se lo cuen...