Un largo viaje había sido, tantos kilómetros recorridos sin poder pararse era agotador, todos se habían dormido tras el transcurso del viaje, eran muy pocas las paradas que hicieron las cuales sólo eran para comer. El lugar donde se encontraban era bello, una gran variedad de vegetación se encontraba por todos lados, cabe destacar el calor y el olor a humedad que se podía sentir. Por las ventanas del camión todos estaban mirando el poco recorrido que faltaba hacía el hotel donde se quedarían, sus miradas estaban fascinadas, pareciera que estuvieran viendo una maravilla del mundo. La rubia también estaba igual que los demás, ella nunca tuvo la oportunidad de viajar a lugares así debido a su estado económico, lo más lejos que había ido era ir a casa de sus abuelos que se encontraba a varias horas de su ciudad.
–Muy bien jóvenes, cuando el camión se estacione quiero que tomen sus maletas y vayan a sus habitaciones, no quiero que esperen a los demás camiones– Dijo con autoridad el maestro que los acompañaba.
Llego el momento de bajar, la rubia hizo lo que el maestro les ordenó, tomos sus maletas pertenecientes y caminó hacía el hotel, no dudo en voltear hacía atrás, tenía una pequeña esperanza de que llegara el otro camión donde venía la de pelo corto pero tuvo mala suerte y no tuvo más opción que ir a buscar su habitación en el gran hotel. Al llegar a la recepción mucha gente se encontraba yendo de un lado a otro cargando maletas y haciendo fila para reservar una habitación; lo bueno era que ella venía de parte de su universidad y tenía ya todo listo, sólo era cuestión de buscar. Tras estar buscando el número correspondiente logró visualizarlo entrando en la gran habitación que estaba con el clima frío gracias a la ventilación, dejó todas sus cosas y se aventó a la primera cama que vio pues al parecer tendría que compartir.
–Esto es como un sueño– Comentó sonriendo de felicidad, volteo un poco su cara y se fijo en las grandes puertas de cristal que se encontraban ahí –No puede ser– Balbuceó para luego pararse con emoción e ir a abrir esas puertas dejando ver un balcón y su gran vista.
La brisa y el sonido del mar era muy presentes, las ganas de estar en este aumentaron, nunca había podido nadar en el mar, era tanta la emoción que no pudo evitar dar un chillido de felicidad y saltar de puntitas. Dejó de lado toda esa emoción y se puso de inmediato a acomodar sus cosas en donde más le guste, era afortunada de llegar primero aunque después tendría que lidiar con sus compañeros o compañeras. La puerta se abrió llamando la atención de la rubia quien en esos momentos estaba agachada metiendo algunas cosas en un cajón impidiéndole ver.
–Permiso– Esa voz, la conocía de alguna parte, volteó a ver quien era la persona sorprendiéndola.
–¿Freddy?
–¿Chica? Pero que milagro, hace tiempo que no te veo– Habló feliz el de una coleta.
–Lo mismo digo– Dijo yendo hacía donde estaba él y darle un pequeño abrazo bien recibido por el otro.
–Me da gusto compartir habitación contigo, ¿Desdé cuando no nos vemos?
–Yo diría desde la mitad de curso
–Bueno, entonces podremos hablar más seguido– Sonrió.
Los dos hablaban como si se conocieran de toda la vida aunque solo se hayan visto algunas veces, parecían mejores amigos, tanto era así que sabían bastante cosas sobre ellos. Querían disfrutar de sus alrededores pero por ahora tendrían que hacer algunos trabajos los cuales eran el motivo de su viaje, sin más remedio fueron hacía donde se encontraban algunos alumnos prestando atención a las indicaciones, tendrían que ir a recoger algunas plantas para analizarlas y ver sus células, algo que no le agradaba a la rubia pero lo tenía que hacer, al fin y al cabo era para su calificación.
–Aquí podremos ver una especie muy especial, quiero que cada uno tome una y la guarde, investigaremos a fondo a esta planta– Dijo el maestro.
Ya habían pasado caminando un largo tiempo recogiendo y guardando plantas de cualquier tipo, los mosquitos ya se habían comido a todos los estudiantes y más a la rubia quien tenía piquetes por todos sus brazos y piernas. Por suerte la actividad ya había acabado y continuarían mañana, lo que significaba que tendrían tiempo libre para disfrutar de la tarde en el hotel.
–¿Quieres comer? Dicen que aquí hacen una carne muy jugosa– Dijo el castaño viendo su estómago.
–Apoyo esa idea
–Entonces que esperamos– Dicho esto el castaño fue casi corriendo al restaurante.
–Tragón– Comentó divertida dispuesta a seguir a su amigo lo que no paso pues una manos le taparon los ojos.
–Adivina quien soy– Al oír aquello se tenso pues sabía perfectamente quien era a la vez que se le escapaba una sonrisa.
–Una jirafa– Bromeó.
–Que no lo soy– Rió quitando sus manos permitiendo que la más baja pudiera voltear a verla.
–¿Cómo te fue en tu viaje?– Preguntó feliz, no la había visto durante muchas horas.
–Iba a llegar más temprano, pero parece que todos se sentían mal y vomitaron como locos– Dijo con una mueca de asco recordando como un chico le vomitaba sus zapatos lo que causó que la otra riera como loca.
–Ya me imagino
–¿Te la pasaste bien sin mi presencia?- Preguntó la más alta mientras abrazaba a la rubia por los hombros y caminaban hacía cualquier lado provocando que se sonrojara.
–P-Pues estuve la mayoría del tiempo con Freddy–
–¿Freddy?– Preguntó extrañada.
–Oh, ¿Nunca te lo he presentado?
–No, ¿Quién en Freddy?
–Es un amigo, de seguro está en la cafetería– Respondió animada –Me gustaría que se...– La rubia no término de hablar al ver una persona en particular poniéndola totalmente blanca.
–¿Chica?- La albina la volteo a ver preocupándose –¿Estas bien?–
–Yo... Ahora vuelvo– Y sin decir nada, esta salió corriendo.
Continuará
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¡Jey Hey!
¿Cómo están personitas desconocidas que amo mucho?
Sí, lo sé, casi un mes sin actualizar (Y eso que mi propósito de año nuevo era actualizar más seguido :v)
-le pegan-
Quiero perdir disculpas, he tenido problemas con Wattpad, no me dejaba entrar a mi sesión y me han pasado cosas que me impedían meterme, además de que la escuela me quita más tiempo.
Pero... Tratare de actualizar seguido para no dejarlos sin capítulo.
Sin nada más que decir, se despide.
Motita19
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Mi Secreto [Puppica]
FanfictionLas personas tienen secretos ¿Tu has tenido uno? Claro que si, no hay ser humano que no tengo uno. Hay diferentes secretos, los que no son tan importantes y se los andas contando a tus amigos, los que tienen una ligera importancia y solo se lo cuen...