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Era un tranquilo jueves por la tarde, las clases ya habían acabado, por lo menos para algunos alumnos, la rubia se encontraba en el gran campus de la universidad, esta se encontraba sentada en el pasto acompañada de la albina quien miraba a la rubia desesperada.

-Ejem- Tocino falsamente -¿Sabes? Es aburrido que estés leyendo ese libro todo el tiempo- Dijo la de pelo corto.

-Es interesante, tu también deberías de leer- Dijo sin apartar la mirada de aquel libro.

-Interesante sería si me hicieras caso- Esta se cruzo de brazos, miro de reojo a la rubia y se sorprendió, le daba un aire a la persona que no se podía sacar de la cabeza.

-¿No tienes entrenamiento?- Pregunto por fin cerrando el libro.

-No, hoy no me toca

-Con razón estas de escandalosa

-Que quieres que diga, son hiperactiva- Dijo alzándose de hombros.

-No me conviene que seas así, no me dejas leer tranquila- Nuevamente la rubia abrió su libro y comenzó a leer.

-No, ya no leeras- Con un movimiento rápido la de pelo corto le quito el libro a la otra y se alejó de ella.

-¡Oye!- La rubia de inmediato se paro y se acerco a la mas alta pero esta se puso a correr.

-¡Ven por tu libro!- Grito enseñando el dichoso libro en el aire.

-¡Vuelve acá ladrona!- Sin tener otra opción persiguió a la mas alta por varios segundos, la albina sonreía pues creía que no la alcanzaría pero se sorprendió al ver como la rubia corría muy rápido.

-Maldito pollo andante- Dijo aumentando su velocidad pero fue en vano pues la más baja salto a su espalda haciéndola caerse.

-E-Eso te ganas... Por q-quitarme mi libro- Su respiración estaba agitada así que no podía hablar bien.

-Lección de vida... Nunca le quites el libro a una persona que no sabías que corría tan rápido- Sus palabras apenas eran entendibles, su cara estaba totalmente restregada en el suelo.

-Ahora si me disculpas, tomare mi libro- Esta estiro el brazo para agarrar el libro que aún estaba en manos de la que estaba en el suelo pero se detuvo al ver una ardilla parada viéndolas fijamente -Puppet... No te muevas

-Claro, no creo que eso se me dificulte– Dijo sarcásticamente pues tenia a la rubia encima de ella.

-Hola pequeña- Le hablo a la ardilla -¿Qué haces aquí?

-¿Con quien hablas?- Esta alzo su vista recargando su mentón en el suelo viendo aquella criatura diminuta -Oh... Una ardilla

-Aleja tu mano cuidadosamente del libro- Susurro.

-¿Para?

-Tu solo has lo que de digo

Con movimientos lentos la albina quito su mano del libro para que la ardilla no se espante al igual que la otra quien se bajo por fin de esta.

-¿No es linda?- La rubia estaba maravillada por la pequeña criatura.

Esta camino lentamente a la cara de la de pelo corto y comenzó a olerla, esta sonrió al verla, era muy adorable la pequeña ardilla, con sus manitas comenzó a tocar su cara hasta llegar a tener su nariz entre ella y morderla.

-¡Aaah! ¡No es linda! ¡No es linda!- Grito alterada mientras movía su cabeza para quitarla.

La rubia no aguanto al ver esa escena, unas enormes carcajadas salieron de su boca, le daba risa ver la cara de la albina.

La mas alta logro quitarse a la ardilla aventándola al suelo para acto seguido correr al rededor de ellas.

-¡Maldita ardilla!- Dijo acariciando su nariz.

-No puedo creer que te haya mordido- Dijo aun entre risas las cuales pararon al ver a la ardilla tomando el libro y corriendo con el.

-Karma~- Canturreo la albina con una sonrisa burlona.

-¡Mi maldito libro!- Dijo alterada yendo tras (ahora) la maldita ardilla.

Esta pequeña criatura "inocente" se subió a lo más alto de un árbol escondiendo el libro entre las ramas. ¿Qué como pudo cargar tanto peso? No lo se, preguntenle a la escritora de esta historia.

-Y adiós libro- Dijo la albina mirando arriba.

-Ve por el

-¿Y que me muerda otra vez? No gracias, que te muerda a ti-

-Andale ¿Si?- Dijo con un tono de voz dulce.

-No

-Por favor- Suplico la rubia con cara de perro mojado.

-A veces te odio por ser tan adorable- Con pasos dudosos se acerco al árbol y poco a poco lo fue escalando hasta encontrarse con el libro, observo su alrededor para confirmar que esa pequeña pesadilla no este pero lamentablemente ahí estaba.

-¿Ya lo encontraste?- Preguntó la rubia desde abajo.

-Algo así- Dijo nerviosa al ver a esta con una bellota.

-¿Como que algo así?

La ardilla y la de pelo corto se encontraban en una pelea de miradas, negro contra violeta, se podría decir que hasta había rayos conectado sus miradas.

-No te atreverías- Dijo entre cerrando los ojos.

-¿Puppet?- Sin que se lo esperara la albina había caído del árbol gritando -¡Puppet!- Dijo preocupada al ver a la de pelo corto en el suelo.

-Es... Un monstruo- Esta tenía la mirada perdida en el cielo.

-¿Te mordió otra vez?

-¡Me lanzo una maldita bellota!- Grito parándose de inmediato -Lo siento Chica, te quedas sin tu libro

-Es solo una ardilla, no creo que sea difícil quitarle un libro- La rubia observo a la otra quien tenia sus ojos mas que abiertos lo cual se le hizo extraño.

-Dile eso a ellas- Dijo señalándole el árbol.

Con timidez volteo a ver encontrándose con docenas de ardillas con bellotas en sus pequeñas patitas.

-No por favor- Dicho eso las criaturas lanzaron sin piedad las bellotas a las dos quienes se cubrían como podían.

-¡Vamonos!- La mas alta tomo la muñeca de la rubia y la jalo para comenzar a correr lejos de ese gran ataque.

Al llegar a un lugar seguro las dos se quedaron en silencio, se miraron y comenzaron a reír, nunca se esperaron que pasara eso y menos con una ardilla.

-Tendre pesadillas con ardillas- Comento la de pelo corto entre risas

-Ni que lo digas ¿Como es posible que hayan ardillas así?- Dijo divertida

-No lo se, pero no vuelvo a ir a es lugar o acercarme a una

-Lo mismo digo

-Lo siento por tu libro, te comprare el mismo cuando pueda

-No te preocupes, es mejor pasar estas cosas que leer un libro- Dijo sonriendole a la albina quien también le regreso la sonrisa.












Continuará

Mi Secreto  [Puppica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora