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Un gran trueno sonó por toda la habitación, la lluvia se podía ver como chocaba por la ventana y escurrían algunas gotas, los arboles se movían bruscamente gracias al gran viento que soplaba. La rubia y la albina se encontraban cada quién en sus respectivas camas, una leyendo y otra haciendo algunas tareas pendientes, ese día lo tenían libre pues les habían prohibido salir hasta que sea seguro.

–Odio estos días– Dijo la de pelo corto estirándose ya cansada de estar escribiendo en una posición que no era cómoda para ella.

–Yo igual, me aumentan la flojera– Comentó la rubia dejando el libro para luego ver a su compañera.

–Hagamos algo, todo el día a sido muy aburrido

–¿Qué quieres hacer? No se puede hacer nada en esta habitación

–¿Quién dice que no? Estas hablando con Puppet, la persona que se le ocurre absolutamente todo– Sonrió triunfante.

–Se le ocurre absolutamente todo lo desastroso– Complemento con burla.

–Que graciosa– Dijo con sarcasmo.

–Me halagas– Dijo jugando.

–Ya se, mejor dame algunos consejos–

–¿Consejos sobre que?–

–De amor– Sonrió la albina de tal manera que hizo que se sonrojara la otra.

–¿P-Para qué quieres que te de consejos sobre eso?– Preguntó haciéndose la que no sabía.

–Porque me enamore de alguien– Esta se paro de su cama y camino hacia la cama contraria para sentarse en una esquina.

–¿Y de quién?– El tema de conversación no le estaba agradando a la rubia.

–De alguien que se hace llamar por Chick, es simplemente hermosa, aunque no la he visto bien pero algo me dice que es bellísima, sus ojos me encantan, me hipnotizan totalmente, y no hablemos de sus labios tan finos y también... – Esta no termino de hablar pues la rubia la interrumpió.

–C-Creo que esa es suficiente descripción– Dijo tratando de ocultar sus nervios.

–Bueno, ya que sabes de Chick quiero que me digas como le hago para acercarme a ella

–Pues... ¿Regalale flores?– La rubia obviamente no le iba a decir como conquistarla pues era ilógico.

–Quiero ser creativa, hacer las cosas diferentes

–La verdad no soy buena en esto, nunca he dado consejos de amor

–Por favor, no sabes de verdad cuanto daría por estar con ella– La de pelo corto miro fijamente a la otra quien al percibir su mirada una corriente eléctrica paso por todo su cuerpo.

–¿L-La quieres mucho?– Disimuladamente giro su cabeza ocultando su cara roja.

–No la quiero, la amo– Sonrió la de pelo corto de una manera tonta pero encantadora haciendo casi sacar humo a la rubia de lo caliente que sentía su cara –¿Estas bien?

–S-Si... Solo... Necesito un poco de aire– Con rapidez se paro de la cama y salió de la habitación lo más pronto posible. Una vez fuera decidió no entrar y dar una vuelta al edificio, no quería volver a escuchar tantas cosas que decía de ella o que le siguiera preguntando de como conquistar a "Chick".  Subió al elevador picando el botón de planta baja, espero a que este llegara al lugar y salió observando a los pocos estudiantes que estaban en los pequeños sillones que habían ahí. Miró por la puerta principal donde podía ver como la lluvia era azotada contra el piso lo cual le dio curiosidad, salió del edificio observando la lluvia y percibió el húmedo olor a tierra mojada.

–Chick, tu me enamoraste desde es beso que me diste y más cuando por fin pude conocerte

Las palabras de la albina le llegaron a su cabeza, tenía muy presente todo lo que había dicho esa noche. Un gran suspiro soltó, aún no sabía el motivo por el cual la de pelo corto se haya fijado en ella, no tenía nada de especial, solo era una persona que se ganaba la vida en negocios sucios pero convenientes.

–Me enamoraste... Eso fue lo que hiciste

–Te enamore...– Susurro prensando en aquellas palabras.

El viento comenzó a soplar más fuerte haciendo que a la rubia le llegara frío y se frotara con sus manos los brazos, ahora lamentaba irse de la habitación.

Una pequeña manta pudo sentir como la cubría, volteo hacía atrás encontrándose con la albina quien la miraba con una pequeña sonrisa.

–No debiste salir sin cubrirte

–Lo siento, la tentación de estar cerca de la lluvia

–Esta bien, entremos antes de que haga más frío

–Espera, solo dejame sentir un poco el agua

La albina miro por unos segundos a la rubia para luego sonreír con maldad, se le había ocurrido algo.

–Sabes, yo también quiero sentir el agua– Dicho esto tomo la mano de su compañera y corrió con ella hacía la lluvia.

–¡¿Pero que haces?!– Grito la rubia pues el sonido de la lluvia no las dejaba escucharse.

–¡Dijiste que querías sentir el agua! ¡Ya la estas sintiendo!– Sonrió con diversión.

–¡Eres una loca!– Con su pie pateo el charco mas cercano para mojar a la albina.

–¡Lo se!– Esta hizo la misma acción.

La rubia rió y hací comenzó una guerra entre la albina y ella donde las dos se divertían e interactuaban entre si, claro que las caídas no faltaron (Cabe destacar que la de pelo corto se cayó más). Lamentablemente su diversión se acabo pues estaba prohibido salir del edificio y se tuvieron que meter de nuevo, eran ordenes de la dirección.

(...)

–Si salgo enferma te culpare a ti– Habló la rubia.

–Admite que nos divertimos por lo menos un poco– Dijo la albina tomando una toalla para secarse el cabello.

-Te odio por ser tan divertida– Dijo esta buscando ropa seca.

–¡Admitiste que soy divertida!– Grito la albina con felicidad.

–Callate o si no me retractare de lo que dije

–¡Ven acá pequeña rubia!– La más alta se acerco a la rubia y paso un brazo sobre el cuello de la mas baja y le sacudió el cabello con su mano libre.

–Sueltame– Dijo tratando de quitarse a la de pelo corto con una pequeña sonrisita que tenía inconscientemente en su cara.











Continuará

Mi Secreto  [Puppica]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora