Hank Voight

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~Segunda parte~

Cuando tenían en sus brazos a aquel niño tan pequeño e indefenso fue el momento más emotivo para ambos. Su pequeña sonrisa cuando su padre lo cargaba fue lo que derritió su corazón, no iba a dejar solo a su hijo.

—Es hermoso —Susurraste al verlo, después de tantas horas de parto al fin nació.

—Lo es, es un niño fuerte y sano —Alago el sargento, su corazón se sentía como si iba a explotar de la emoción recordando el día cuando Justin nació y lo cargo por primera vez, era algo increíble que ni siquiera existían palabras correctas para explicar lo que se sentía —¿Como quieres llamarlo?

—Henry, como su padre —Fue lo primero que pensaste —Henry Erick Voight.

—Es un lindo nombre —Alago sacandote una sonrisa adolorida.

[.......]

Su bebé ya tenia dos meses de nacido y era hora que empezaras a valerte por ti misma, no podías depender del sargento, por que desde el inicio dejaste claro que solo era hasta que el bebé naciera. Empezaste a armar tus maletas al encontrar un piso rentable al cual podías rentar con el dinero que recibiste prestado de una amiga.

—Vamos a tener una nueva casa, bebé —Le dijiste mientras acomodabas su pequeña ropa, abrigandolo por el frío de Chicago. El solo hacia mas que sonreír al verte, un bebé muy risueño; cuando tenías todo en mano bajaste con las maletas y luego subiste nuevamente en busca del bebé.

—¿Que es todo eso? —Pregunto Voight entrando en la habitación.

—Solo era hasta que Henry naciera, me iré a un apartamento que encontré hace unas semanas —Dijiste cubriendo al bebé con una manta.

—Hace demasiado frío allá afuera, solo espera.

—No puedo Hank, mientras mas siga en esta casa seguiré dependiendo de ti y sera mucho mas difícil irme después.

—Al menos unas semanas mas, te conseguiré una casa donde puedas estar con Henry —Dijo tomando al bebé en brazos, la verdad era que no quería separarse de su hijo, pero tampoco podía obligarte que te quedes con el.

—Hank...

—Solo espera, ¿de acuerdo? —Asentiste dudosa, el miedo de no poder marcharte recorrió todo tu cuerpo, amabas a Hank era un buen padre y sobretodo te había cuidado durante las semanas que quedaban de embarazo. Mas las noches que paso sin dormir solo cuidando al bebé quien se levantaba llorando por las noches.

Un día nuevo había comenzado, notaste que te encontrabas sola en la habitación, te asustaste primeramente pensando que Henry se había caído de su cuna, pero no fue así. Te colocaste un abrigo sobre tu pijama para bajar las escaleras, encontrándote con el sargento en la sala de casa jugando con el pequeño.

—Buenos días —Saludaste.

—Buenos días —Saludo, tomaste asiendo a su lado para admirar al bebé que se veía hermoso.

—Estuve pensándolo toda la noche, eres lo único bueno que me paso desde la muerte de Camille —Hablo —no se si podre vivir lejos de Henry, sabiendo que el es mi hijo. No quiero que pienses que lo hago solo por el, no tienes que decir que si ahora, ¿quieres casarte conmigo?

—¿Que? —Dijiste sorprendida a tan repentina propuesta.

—No tienes que decir que si ahora, solo quiero que lo pienses T/n.

—Creo que es lo mejor para Henry, quiero que tenga una figura de una familia.

—Viviremos aquí, hablaré con Justin sobre ti y Henry —Dijo el sargento abrazando al bebé, tu lo quedaste observando pensando si estuviste bien al responderle que "Si" de una forma poco convencional.

One Shots | Chicago P.D | Chicago Fire |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora