One Shots | Chicago P.D | Chicago Fire |

Crockett Marcel °Pedido°

Pedido de: OneChicagoLatino esperó que te guste ♥

Advertencia:Si, leer bajo su responsabilidad.

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Llevabas meses de recuperación después de un accidente de auto en la carretera donde resultaste gravemente herida, pero gracias a la gran atención que recibías cada día en el Chicago Med te recuperabas rápido.

—Te vez bien, linda —Alago el Dr. Marcel, el había sido en único en quedarse a tu lado desde el primero día, no pasaba un día si el no estuviera viendo tu proceso. Verlo te ponía nerviosa, a tal punto que muchas veces no formulabas tus palabras correctamente quedando en ridículo, el te gustaba, mejor dicho te encantaba.

—Creo que sin tu ayuda no podría haberlo hecho —Dijiste tragando saliva.

—Creo que pronto te darán el alta.

—Es el día que mas espero desde que llegue, me muero por ver el cielo de Chicago por la noche, es hermoso —Mencionaste, fue hacia como empezó nuevamente una charla larga mezclada de risas e historias divertidas olvidando completamente todo su alrededor, solo existían ustedes en aquella habitación.

[.......]

Te cambiaste de ropa emocionada pensando que saldrías al fin de aquel hospital, tu madre estaba a tu lado ayudándote con tu bolso esperanzó a la doctora que daría el alta si todo salia bien.

—Al fin, me muero por salir de aquí —Dijiste con emoción, pero al parecer eras la única con una sonrisa en tu rostro.

—T/n...

—¿Paso algo malo? —Preguntaste con cierto tono de incomodidad, esperando lo peor.

—Me temo que tendrás que pasar una semana mas, tu recuperaci...

—No quiero escuchar más —Respondiste triste, rápidamente sentiste la mirada de tristeza de la doctora al darte una mala noticia, sabia que te hacia ilusión salir de allí.

—Lo siento.

—Podrían dejarme sola, por favor —Te acomodaste en tu cama para taparte con unas mantas mientras algunas lágrimas caían por tu rostro.
Despertar y de la nada que te rompan la ilusión de salir, no era nada bueno, menos para ti. Solo cerraste tus ojos y te dedicaste a dormir por que lo quedaba de día, cuando callo la noche te despertaste al notar a la enfermera que siempre traía la cena.

—Gracias pero no quiero cenar —Respondiste, pero la enfermera de igual forma dejo la bandeja en la mesa. Cuando ella se fue solo te quedaste observando la pared mientras lágrimas caían por tu rostro.

—Muy bien señorita T/n —Escuchaste decir, volteaste tu mirada para encontrarte con el Dr Marcel que traía una silla fe ruedas con el —Es hora de irnos.

—¿De que hablas?.. No me dieron el alta aun —Mencionaste.

—Sube —Te dijo con una leve sonrisa en su rostro, su asentiste para subirte a la silla de ruedas —que quede esto entre nosotros —Empezó a moverse con cuidado, miraba a su alrededor como si se estuviera ocultando.

—¿Robamos algo? —Preguntaste con diversión.

—Algo así —Dijo sin parar, subieron al ascensor y presiono unos botones. Hasta llegar a la planta alta —Cierra los ojos.

—¿Por que?

—Solo haz lo —Cubrió tus ojos mientras te ayudó a ponerte de pie, caminaron unos pasos hasta que tocaste algo helado —¿Lista?

—Si —Quito sus manos de tus ojos para tu abrirlos y encontrar una vista hermosa, desde allí podías ver casi todo Chicago y el perfecto y mágico cielo estrellado.

—Creí que aún querías ver las estrellas.

—Esto es hermoso Marcel, gracias —Agradeciste mientras contemplabas las vistas.

—Es lo menos que podría hacer por ti.

—No lo olvidaré jamas —Respondiste, estuvieron ambos observado las estrellas, hasta que tu cuerpo te guió a estar a unos escasos centímetros de el —eres el mejor —Susurraste.

—Tu eres la mejor, tus ojos tiene un brillo especial —Dijo viendo como tus ojos brillaban. Ni siquiera esperaste que dijera una palabra más cuando tus labios ya estaban sobre los suyos. El Dr se sorprendió por aquel movimiento apartándose rápidamente de ti.

—Lo siento —Susurraste.

—Descuida —Respondió rápido.

[........]

Al pasar unas semanas seguías sintiendo vergüenza por aquel beso, pero el doctor Marcel no pareció importarle mucho. Tenías una última revisión, el doctor a cargo es Marcel, algo muy dentro de ti se emocionó.

—Acuestate —Ordeno señalando una camilla, tu asentiste para hacerlo —Muy bien... —Empezó a revisarte, tu lo mirabas a los ojos mientras hacia su trabajo, logrando ponerlo nervioso —En mi opinión... estas perfecta.

—¿De verdad? —El asistió para seguir examinando tus manos, viendo que los tendones no se hayan dañado.

—Si, así que creo que no necesitas mas tratamiento —Finalizo, tu sonreiste con emoción. No necesitaban de mucho tiempo cuando sus labios volvieron a juntarse, no había impedimento, ambos se atraían tanto física, como mentalmente de eso no había duda mientras ambos seguían el beso con desesperación.

—Me gustas —Susurro entre besos, mientras tu pasabas tu manos por su abdomen disfrutando del momento.

—P~pueden vernos —Lo detuviste, se separo de ti para colocar el seguro en la puerta asegurándose de que nadie pudiera entrar. Te sentó sobre la camilla mientras acariciaba tu muslo, se volvió a acercar a ti para depositar besos en tu cuello, te toma del mentó obligando a verlo a los ojos.

—No creí que podrías gustarme, lo supe después de aquel beso —Dijo, lo agarraste de su uniforme para besarlo. Mientras se besaban el comenzó a desprender los botones de tu camisa, empezó a besar tu cuello mientras tu le quitaste su remera de trabajo, con su mano te acariciaba tu cintura y caderas haciendo presión. Quito tu camisa para tocar tus pechos sobre el brasier.

—Marcel~ —Gemiste cerca de su oído. El sonrió de lado para quitarte tu brasier y comenzar a dar besos en tus pechos. Bajo tu pantalón junto a tus bragas para llevar dos dedos a tu entrada e introducirlos, gemiste de placer llevando tu cabeza hacia atrás mientras el seguía con sus movimientos repetitivos —Detente —Dijiste entre jadeos, no querías venirte aun, bajaste tu mano hacia su entrepierna para empezar a masturbarlo haciendo movimientos de arriba hacia abajo. Te bajo nuevamente de la camilla, ya sabía que lo quería, te arrodillaste frente a el y con tus manos tomaste su miembro para introducirlo lentamente a tu boca, el se estaba desesperando al ver que lo hacías lento, a si que puso su mano en tu cabeza y la empujo haciendo que todo su miembro entrara en tu boca, empezaste a moverte con mas rapidez hasta que el te detuvo, te volvió a subir a la camilla para el colocarse entre tus piernas, mientras besaba tu cuello fue introduciendo su miembro en ti para comenzar a moverse. Ambos gemían a un volumen bajo con el miedo de ser descubiertos, lo besaste mientras el seguía y seguía, hasta que aumento su velocidad y al final dar un fuerte gemido, sentiste como algo caliente se esparcía dentro de ti, sabiendo que el ya había terminado, pero aun faltabas tu, siguió con sus embestidas mientras masturbaba tu clítoris con su mano haciéndote llegar al cielo.

—Dios~ —Gemiste llegando al orgasmo quedando abrazada a el —Fue~ fue magnifico.

—Tu lo eres —Dijo volviendo a besarte.