Los Jedi creían que llegaría su elejido, pero no eran los únicos, los Sith también profetizaron que un individuo se alzaría de entre los suyos y destruiría a aquellos que hacia miles de generaciones los habían traicionado.
Esperaron, en un punto de...
—Almirante, detectamos una nave separatista saliendo del hiper espacio por estribor— y tal cual lo indicó, Yularen volteo preocupado a la derecha para ver un crucero separatista de la clase Providence que apenas apareció en los radares del Venator abrió fuego con todos sus cañones y baterías turbo laser contra el crucero de la República.
—¡Estaciones de batalla, fuego enemigo!—
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—Señor, hemos arribado al sistema Devaron, la nave de la República inhabilitó la capacidad hiper espacial del crucero y han iniciado la secuencia de autodestrucción— informó el droide táctico entrando a la sala de meditación del conde —que desafortunado, prepare un escuadrón de abordaje y también mi nave, esto debo resolverlo en persona— dijo mientras salía de su meditación mientras tomaba su túnica y su sable.
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—Ahí está, la memoria del contratista— dijo la consciencia del cazarecompensas en estado de trance —bien, ahora veamos que hay aquí— dijo a la vez que extendía su mano a la memoria que podría darle respuestas sobre quién era el Sith que lo quería a él y al holocron
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—Señor, Lord Sidious exige que se contacte con él de inmediato— llamó el droide táctico al velero solar en curso a la nave separatista que reventaba gradualmente. Activando el transmisor de largo alcance se proyecto la misma silueta que contacto con Cad Bane hace casi tres días —Maestro mío— —¡No estoy para formalidades Conde, nuestros planes corren riesgo, ingresé a la mente del muchacho y deténgalo! Y más le vale traerlo ante mi con vida— exigió furioso el Lord Sith al mismo tiempo que cortaba la transmisión.
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—"El lord Sith que nos contrato nos proporcionará los medios para entrar y salir del templo"— repetía la memoria pero sin nombres —si es un lord Sith, pero ¿quién es? ¡Necesito un nombre!— exclamó frustrado al no tener la identidad del dichoso Sith, y su apariencia y voz no coincidían con Dooku o con el general Grievous.
—“No tendrás nada muchacho”— respondió severamente el nativo de Sereno viéndolo con una expresión acordé al tono de su voz negándole el acceso a las memorias de su víctima—Conde Dooku, me parece que no habíamos tenido el placer— dijo con disimulada calma poniéndose de cara al anciano —aun no, pero te aseguro que tendremos tiempo para charlas una vez estemos con mi maestro— y sin mas descargó un torrente de rayos de la Fuerza contra el padawan, sacándolo inmediatamente del trance.
—¡¡Maldito humano!!— grito furioso el hombre tomándolo del cuello violentamente y estrellándolo bruscamente contra el muro de metal —No quería hacerlo personal, pero ahora disfrutaré con darte una lección a golpes— y sin mayor contemplación dirigió golpes a diestra y siniestra contra Sidarth.
—¡¡No basta, por favor!!— gritaba impotente Ahsoka tras el escudo angustiada por la monumental cantidad de golpes de los cuales eran víctima el joven —cierto, casi me olvidó de ti jovencita, es una pena que tu amigo sea la causa de tu muerte, y de una manera terrible— dijo gustoso volteando a la togruta con una sonrisa retorcida —si le haces algo, te juro que te...— pero la amenaza del humano calló tras un contundente golpe directo a la región abdominal que lo dejo tendido en el suelo —al menos podrán despedirse—
—Ahsoka...perdoname— exhaló con trabajo viendo con lágrimas a su "hermanita" —no, no te despidas, saldremos de esta— respondió temerosa la aprendiz de Skywalker, pero intentando no demostrarlo —pero antes, necesito que abras el holocron, y no quiero más trucos— amenazo con mayor gravedad.
Alternó la vista entre ambos jóvenes padawans —De hecho, creo que tengo una mejor idea— desenfundó uno de los blasters y lo apuntó a la cabeza del adolorido humano en el suelo —haremos esto jovencita, si puedes abrir el holocron, te dejaré ir a ti y a tu amigo — dijo de forma más calmada mientras retiraba lentamente el blaster del curso a la cabeza de Sidarth —pero si no, bueno, ya te harás a la idea— amenazó nuevamente —confio en qué tomarás la elección más prudente—
