Los Jedi creían que llegaría su elejido, pero no eran los únicos, los Sith también profetizaron que un individuo se alzaría de entre los suyos y destruiría a aquellos que hacia miles de generaciones los habían traicionado.
Esperaron, en un punto de...
El retorno de Ilum se dio sin mayor altercado, los padawans estaban muy emocionados con sus sables blandiéndolos pese a encontrarse apagados; el maestro Yoda se apresuró a la sala del consejo Jedi.
-Maestros una situación urgente atenderse debe- todos los maestros tornaron sus miradas al gran maestro intrigados ante la severidad con la que hablaba -¿Qué ha sucedido maestro?- dijo intrigado Ki Adi Mundi -en Ilum un suceso la Fuerza perturbó, con el lado oscuro relacionado esta- no era habitual ver preocupación o siquiera temor en los ojos del anciano maestro -¿En Ilum?¡Eso no es posible es el recinto más sagrado de los jedi, no puede haber perturbaciones del lado oscuro ahí!- dijo desconcertado Even Piell.
-Les advertí que era demasiado peligroso dejar que el muchacho permaneciera vivo- Mace Windu sé levantó de su asiento encendiendo su sable amatista atrayendo las miradas de todo el consejo -"terminaré con esto de una vez por todas"- para su desconcierto otra persona activó su hoja de plasma y tomando posición frente a la puerta que daba al resto del templo -no quiero hacer esto. Pero no le permitiré hacerlo maestro Windu- Shaak Ti no era partidaria de ver a Sidarth como un simple vehículo del lado oscuro, era un niño que tuvo la mala fortuna de nacer casualmente en Moraband -maestra, le pido que se aparté, la supervivencia de los Jedi es más importante que la vida que el hijo de fanáticos del lado oscuro- se habría dado un horrible enfrentamiento en la cámara del consejo de no ser porque ambos quedaron desarmados sin que algún otro miembro les quitará los sables por la fuerza -en está sala, violencia no abra, y como un grupo esto se resolverá- las espadas de los maestros fueron a parar en manos de Yoda, que no requirió de más palabras para dejar claro que tomarán asiento -ahora la situación discutirse con calma se debe-
La noche ya había cobijado la cómoda Coruscant, pero el consejo Jedi no había terminado su deliberación. En otra habitación, un niño tenía miedo, diversas voces lo acosaban desde que regresó de Ilum: algunas repetían palabras como "Darth", "Sith", "Sith'ari" y cosas por el estilo; las voces cada vez se volvían más recurrentes, a tal punto que las voces lo lastimaban de tanta repetición.
Sabía que su mejor opción era meditar para serenar su mente, pero desde lo que sucedió en las cavernas estaba temeroso de que aquella terrible visión regresará; finalmente decidió que debía encarar las visiones y entenderlas, se colocó en postura de meditación listo para afrontar las visiones y voces que lo depredaban.
Su vista lo dejo moderadamente perplejo cuando su mente no lo había situado en el templo; bueno, era un templo, pero no el que el conocía. Pero por alguna razón le resultaba familiar, las voces lo llamaban desde el interior de la edificación y solo enfocándose en lo que veía solo se dejó llevar por su visión...
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