«¿Fue un encuentro muy bueno? Un arreglo de flores es la forma para. . .»
¿Qué rayos le ocurría?
He de ser honesta, no podía sacar de mis pensamientos aquellas palabras estúpidas de Sasuke. ¿Tenía algún sentido que discutiéramos sobre ello? no, por supuesto que no. Su molestia no cabía en el lugar.
Primero, preguntaba que, si nuestro encuentro fue bueno, he de decir que en realidad no lo había sido, Naoko como yo solo terminamos por caernos mal, ¡era demás decirlo!, ni si quiera deseaba recordarlo. Ahora bien, qué había tratado de insinuar con aquello de las flores, si supiera que con solo una palabra o mirada que él me dirigía era para mí, más que suficiente para estar enamorada. Si solo Sasuke conociera mis sentimientos, no se atrevería a decir eso a la ligera.
«¡Estúpido Sasuke!»
«¡Estúpidos hombres!»
¿Por qué no se daba cuenta de mis sentimientos? ¿Por qué siempre lograba lastimarme? Todo era un enigma.
Después de aquel alboroto, decidí caminar un rato por los alrededores del hospital, visitar pacientes que hace tiempo había estado tratando, ayudarle a Ino en la área de urgencia, entre otras cosas, esto logro hacer que mi mente se despejara y se tranquilizara por completo, sin embargo, cuando me disponía a regresar a mi oficina, algo me parecía bastante extraño, el pasillo estaba despoblado, las enfermeras no estaban en sus puestos y lo más intrigante era que la puerta de mi oficina se encontraba medio abierta. Podía sentir la presencia de otra persona.
Entre con sigilo.
Y al entrar quien se encontraba habitando mi lugar, era nada menos que el mismo Hokage.
—¿Kakashi sensei? ¿Qué hace usted aquí?
El nombrado se encontraba leyendo unas notas sobre mi escritorio, que al escuchar su nombre me miro con asombro.
—Sakura, que rápido llegaste—agregó entusiasta—las enfermeras son demasiado amables aquí, les dije que quería privacidad y un vaso de agua y lo trajeron inmediatamente, ¿Por qué en mi torre no son así?
Lo mire perpleja ante tal descubrimiento hecho de las enfermeras, lo trataban como rey.
—Ser el Hokage tiene sus privilegios—comente con sarcasmo.
—oh, vamos Sakura.
Mi respuesta parecía no desagradarle.
—¿Qué hace usted aquí? —pregunte—¿qué no tiene trabajo en su oficina?
—Que dura eres, me haces ver como si fuera un desobligado—su voz se escuchaba fingida—De todos modos, Shikamaru esta allá organizando lo necesario.
Al ver su comodidad resuelta, no me quedo más que suspirar y rogarles a los cielos que este Hokage no fuera pésimo.
—Ey jovencita—exclamó, señalándome con el dedo índice—soy un buen Hokage.
Lo observe vacilante.
—Ya dígame a qué se debe la visita de su excelencia, a estos aposentos humildes.
Comencé a hablar ignorando su sugerencia, asimismo, dirigiéndome a donde se encontraba sentado. En mi silla.
—Muévase de mi lugar, aquí no es su oficina.
Mi sensei suspiro y se levantó obediente sentándose en la siguiente silla. Quien viera como trataba al mismo Hokage podría regañarme. Rei de solo persarlo
—El sarcasmo no te va, pero si tengo algo importante de que hablar contigo—comenzó a decir.
Espere a que continuara.
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Destinado a Amarte
FanfictionSakura sigue perdidamente enamorada de Sasuke, sin embargo, después de tres años, esperarlo se está volviendo cansado y al mismo tiempo decepcionante. ...Es tiempo de olvidar a Sasuke?