Capítulo 13 - Narración III Los sentimientos de Sasuke Uchiha

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«Que no sea demasiado tarde Sasuke»

Tarde, ya era una palabra en su diario vivir. Tarde se había dado cuenta que los lazos que tanto intento destruir con sus amigos eran imposibles de deshacer, tarde, demasiado tarde descubrió la verdad referente a su hermano que hicieron que viviera en la penumbra de vengar a su clan. Todo, absolutamente todo, parecía llegar demasiado a destiempo en su vida, y ahora esta cuestión no era inevitable.

Los sentimientos que parecía tener no sabía identificarlos o como llamarlos con precisión en estos momentos. Para Sasuke, gustar de alguien era realmente algo fuera de sus planes, de hecho, podría decir que siempre llego a pensar que esa clase de sentimientos eran solo una paja en la vida, que impedían avanzar con coherencia. Pero tales ideas, solo eran pensamientos de una mentalidad que solo había vivido para la venganza y destrucción, ahora su sentir era completamente diferente, y eso lo hacía desesperarse.

Durante su viaje de redención, descubrió que aquel sentimiento llamado amor, era mucho más fuerte que el odio o venganza, pudo ver como aquel sentimiento motivaba a las personas a sacrificarse con más profundidad, y pureza, lo cual hizo que pensará en el gran sacrificio que sus amigos hicieron por él, en especial Naruto y Sakura que no perdieron las esperanzas y siguieron creyendo que podían recuperarlo, y vaya que lo lograron, ahora Sasuke estaba de nuevo con ellos, y él conocía a la perfección que la vida que gozaba en estos momentos se la debía a ellos y en su cariño.

El tiempo que duro separado de la aldea, lo ayudaron a reflexionar sobre todo lo que se había perdido por vivir en constante odio y venganza hacía su hermano, olvidando por completo el hecho de estar vivo y saber que el mundo era bastante agradable y bueno. Con ese tiempo que tomo de redención, conoció bastantes lugares, personas y en cada momento, por absurdo que fuera, lo hacía recordar algunos gestos, palabras, a Sakura. Aquella niña había sido la única que su cariño había sido constante y molesto en un principio, pero que no se rendía ni dejaba de creer en él a pesar de haberle mostrado la peor de todas las formas que tenía, aun cuando de Sasuke salían solo palabras y gestos de odio, ella seguía firme en sus sentimientos apelando a amarlo, pero ahora lo que veía en ella era algo completamente distinto y eso lo hacía sentirse amargo por alguna razón.

Era un hecho, que toda su vida se había encargado de hacer que ella lo odiara, —que mejor forma de olvidar un amor caprichoso y de niños—sin embargo, ella no lo había hecho, en ningún momento dio vuelta atrás, sino todo lo contrario, era más terca y pertinaz en sus sentimientos, y eso, aunque no había querido reconocerlo Sasuke en un principio, ahora podía darse cuenta que aquel amor que Sakura le había profesado, había sido un bálsamo a la amargura que él poseía, y que de algún forma, lo había acompañado en su viaje de redención y hacía su trayecto más ameno y agradable, saber que alguien lo esperaba lo hacía sentirse de alguna manera positivo.

Sin embargo, ahora cargaba con un peso más, el cual no dejaba que avanzara como había querido desde un principio en su vida y esto es; dejar que Sakura creyera sobre su compromiso, y descubrir ahora, que ella también estaba comprometida con otra persona.

¿Qué sucedía con él? Por qué tal noticia lo había incomodado, por qué esos sentimientos a Sasuke lo confundían y lo irritaban en sobremanera. ¿Por qué le era difícil? ¿Qué sentía por ella? ¿A caso al saber sobre su compromiso con el hijo del feudal lo había molestado tanto? Miles de preguntas avanzaron por su mente y eso lo estreso, ya que no tenía la menor idea de lo que le sucedía.

—Ugh.

«Te quiero tanto Sasuke, más de lo que yo quisiera y eso es lo que más duele.»

Palabra, tras palabra, no dejaban de rondar por sus pensamientos desde que salió de la oficina de Sakura. ¿era posible querer tanto a una persona que pudiera dolerte demasiado? Y si era así, por qué ahora se iba, por qué ahora ella se alejaba de él. Y aunque esas preguntas estaban de más en pensarlas ya que inmediatamente se dio cuenta lo egoístas que sonaban, no podía dejar de preguntarlas. Él era consiente, sabía con perfección que el causante de su dolor había sido él mismo, entonces ¿por qué se sentía tan miserable al saber que ella se comprometería? ¿qué él no haría lo mismo?

Destinado a AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora