Capítulo 7- Determinación

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Se habían llevado a papá, mientras que mi madre y yo nos quedábamos en la sala de espera. La situación estaba echa un lio, todo era tan impactante que aun no podía comprender que era lo que estaba sucediendo. Ahora bien, sin contar la presencia del coronel Hakum, quien había exigido que le respondiera a la familia feudal.

—Su familia ha firmado un pacto con el clan Yukimura, en el cual se les obliga a someterse a la nación del Sol, y exige de usted la renuncia a su doble nacionalidad y todo lo que tenga que ver con la nación del fuego.

Tal noticia me había dejado impactada. ¿Qué clase de pacto firmo el clan de mi padre? En estos momentos me estaban obligado a realizar algo que yo no quería hacer, y ni siquiera parecía que tenía la posibilidad de rechazarlo.

—Si usted no accede a venir con nosotros y el convenio se violenta, —agrego, mirándome directamente a los ojos, advirtiéndome de toda alegación que pudiera formular—se estará en la penosa necesidad de señalar a su padre como un traidor.

«¡Qué carajos había firmado mi padre?»

Sentía como un balde de agua helada atravesaba todo mi cuerpo, cada palabra salida de la boca de aquel sujeto era puro veneno y una gran estocada

«¿Mi padre, acusado de traición?»

Mire el rostro de mi madre y se encontraba pálido, —demasiado—, a decir verdad.

—Señorita Haruno, creo que usted también entiende las consecuencias que esto podía traerle a la nación del fuego ¿verdad? —simuladamente empezó a hablar—su país goza por estos momentos de absoluta paz, y creo que no esta preparado para otro conflicto bélico. No quisiéramos tener problemas cuando por fin se están realizando convenios.

Justo en estos momentos las palabras de ese señor eran lanzadas de pura advertencia. Era claramente entendible lo que me estaba diciendo. "si yo me disponía a no obedecer podrían ir en contra de mi familia, o en su caso, llegar a realizar algo en contra de la nación del fuego", esto era evidente de que confiaban bastante en su sistema, y era posible que poseyeran alguna arma poderosa.

—Sakura, ¿De qué está hablando? —mi madre cuestionó inmediatamente sin entender.

Su mirada reflejaba preocupación. No quería verla así, ya teníamos suficiente con mi padre postrado en una cama y mi insuficiente tranquilidad.

—No me amenace señor.

He de decir que me alegraba que mi voz no sonara temblorosa, pero eso no bastaba para los ojos afilados que tenía frente a mí.

Asombrado dijo:

—¡Cómo podría yo señorita! —ante lo que dijo hizo una reverencia que lo hacía ver vulnerable y arrepentido—este humilde servidor pide disculpas si he llegado a ofenderla.

La hipocresía que mostraba era digna de alabanza, actuaba tan perfectamente que cualquiera que lo escuchara podría creerle.

¡Vaya!, si él quería jugar de esa manera, yo también podría hacerlo.

—Le pido que me dé unos días más.

El semblante que mostro al escucharme decir aquello hizo que abriera los ojos, era fácil saber que no esperaba esas palabras.

—Mi padre acaba de salir de una situación especial y mi madre no sabrá cómo cuidarlo, necesito enseñarle—mi voz sonaba calmada y serena—y necesito tiempo para terminar todos los asuntos pendientes en la nación del fuego.

A pesar de que el coronel Hakum había mostrado asombro, su rostro no duro por mucho tiempo así, y de inmediato volvió a su estado habitual.

—¿Podría mostrarme el convenio que firmo mi familia? —exigí

Destinado a AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora