Capítulo 9 - Renuncia

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Tonta, había sido una total idiota.

¿Por qué mi corazón no entendía? Por años siempre fue claro, sus sentimientos siempre fueron los mismos, solo yo era la que no quería ver la realidad, él nunca me amaría como yo lo hacía.

«Pero Sasuke, si aún tengo un lugar en tu corazón, por pequeño que sea...»

Nunca hubo en su corazón un pequeño lugar para mí, o, mejor dicho, nunca me dejo intentar estar en su corazón.

«¿Quién era esa chica? ¿Por qué ella si había logrado conquistar su corazón?»

Eran deprimentes mis absurdos pensamientos, así como mi falta de valentía al dirigirme a la posada donde estaba el coronel Hakum.

Aquella tarde no había ido a ningún lado, me estuve quieta como una cobarde al momento que llegué a la posada, mi cerebro gritaba que entrara pero otra parte de mi decía que no, que diera la vuelta y girara al hospital. Era demasiado cobarde. Así que aquel día di un paso hacia atrás y decidí volver por donde había llegado, llorando amargamente y pensando que tal vez, si al día siguiente iba, estaría con valentía en el altar, pero el día siguiente transcurría y yo no volví a aquella posada, quería evitar el encuentro a toda costa.

El segundo día llegó, y era imposible no sentir vergüenza al admitir que a pesar de saber que Sasuke se casaría, mis sentimientos parecían no quererlo olvidar, querían seguir aferrándose a la idea que solo era un triste sueño, pero mi mente no quería contribuía a la ilusión porque hacía que me lo repitiera que todo esto era real.

«¿Por qué no podía borrarlo de mi corazón?»

Era la pregunta constante y que hace bastante tiempo no me la preguntaba. Pero ahora, que más daba, tenía que aceptarlo, tal vez, el tiempo ayudaría a olvidarlo.

«Ilusa»

Después de haber hecho aquella escena, había evitado a toda costa volver a mirar a Sasuke o topármelo en algún lugar, aunque claro era, Sasuke no era alguien que lo vieras como algún amigo común visitando las tiendas de la aldea, o caminando por los alrededores, era todo lo contrario, y daba gracias al cielo que fuera así, porque podía evitarlo con facilidad, e Ino me ayudaba en sobremanera, Ella había sido la única en saber lo que me estaba pasando, ya que aquel día, llorando fui a buscarla.

—Hoy hay una cita programada para revisión de Sasuke—me dijo Ino llegando a donde estaba— ¿quieres que le diga que estas ocupada, y yo la realice?

No podía seguir escondiéndome, necesitaba que él me viera fuerte. Siempre ante él había sido débil.

—No Ino, lo hare yo.

Ino acepto mi petición, pero me dedico palabras de apoyo antes.

El hospital parecía ser el mismo de siempre, agitado, en movimiento, con prisa. Tan igual, pero había una gran diferencia, la cual estaba rodeada o protegida de alguno que otro ANBU, el nuevo paciente que había llegado hace algunos días, estaba bajo la protección especial.

Con un suspiro grande, camine directo a mi oficina, tenía que darme prisa si tenía que enfrentarme a esta situación. Con las horas que pasaban, había pensado la forma de darle la cara a Sasuke, y poder mantener conmigo la poca dignidad que tenía, ya había hecho bastante como para que él supiera que aún no lo había olvidado, debía demostrarle que solo esa vez me vería llorar y hacer una rabieta, ya era tiempo de dejar de ser una molestia para él.

Con un fuerte suspiro, seguí mi camino hasta la recepción y solicite a la enfermera que hiciera pasar a mi paciente, pero termine escuchando una conversación molesta.

Destinado a AmarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora