❱ encuentro

3.2K 408 280
                                    

—¿Ging? —No podía evitar sentirse curioso ante ese silencio abrupto que acababa de suceder. La naturaleza del pequeño Gon no le hizo evitar comenzar a caminar por la cocina para ver que era lo que pesaba.
No lo encontró por ahí así que decidió ir por el pasillo de los cuartos del primer piso, pero no obtuvo un resultado diferente al de antes.
"Hmm... ¿Habrá sido imaginación mía?" Sus ojos vagaron por cada rincón de la primera planta, lo consideraba una opción ya que probablemente habrían sido restos del sueño que había estado teniendo.

Decidió agitar la cabeza e irse a preparar algo para su almuerzo, por lo que se dirigió a la refrigeradora y después de estar viendo lo que había decidió hacerse huevos revueltos con arroz. "No hay muchas cosas aquí." pensó sacando lo que usaría y disponiéndose a cocinar, sin embargo, nuevamente escuchó un sonido.

Por su buena audición supo que provenía de la lavandería, es así que decidió caminar hacia ese lugar con rapidez ¿Es que acaso Ging le estaba haciendo una broma o algo? Cuándo ya estaba dirigiendo su mano al pomo de la puerta, Ging salía de la habitación de la lavadora, cerrando la puerta a su atrás rápidamente como si tratara de ocultar algo y era bastante sospechoso para Gon, quien no se había tomado el tiempo para pensar cuando vio a su padre delante suya.
Se le veía agotado.

—... ¿Ging? ¿Qué está pasando? —Mantuvo una mirada firme y curiosa, desviando sus ojos hacia el lugar donde su padre parecía querer ocultar algo, apoyado contra la madera marrón de la desgastada puerta, su expresión decía que no había nada bueno ahí dentro.

—Ehm... Oh, es tarde. Estás de suerte mocoso, no le diré a Mito que te quedaste dormido. Sólo... si te vas de aquí ahora mismo. — Esa fue la peor excusa que había escuchado de Ging alguna vez, pero para la mala suerte del mayor, la curiosidad de Gon incrementaba a cada segundo que pasaba, más aún por el comentario que hizo su padre.

—No me importa eso Ging. ¿Qué hay ahí dentro? ¿Está...Todo bien? —Infló un poco las mejillas harto de tanto misterio, sus pequeñas botitas chocaban contra el piso sucesivamente esperando una explicación, algo que pareció helar la sangre de su progenitor.

—No es nada... Importante Gon, son solo cosas mías. –Lo más raro de todo fue que usó su nombre y no el apodo tan feo de "mocoso" de siempre. Un pequeño brillo se implantó en sus grandes ojos mieles mientras dejaba de mover su pie.
Si Gon era terco, Ging probablemente lo era el doble, era una situación que realmente no se sabía qué lado resultaría vencedor.

Antes de que pudiera decir algo más, Ging le extendía su billetera, lo que le sorprendió en gran medida. —Ve a comprarte todo lo que quieras... Solo no vuelvas en unas horas ¿Está bien? —Gon se sorprendió mucho por aquello, era un día realmente extraño, sea lo que sea que haya dentro debía ser ocultado a toda costa, Ging jamás le había confiado toda su billetera.

Ahora quería saber más sobre lo que había allá dentro.

"Pero supongo que estaba vez no podré hacer nada" Suspiro mientras tomaba la billetera. —Está bien, tú ganas, pero será la última vez. —Le sacó la lengua y fue corriendo de vuelta a su habitación dando zancadas con la idea de agarrar su bufanda y tapabocas para salir a comprar algo para comer. "Y luego iré a encontrarme con los demás" pensó animado mientras colocaba la billetera en su bolsillo e iba a ponerse la chalina de la abuela y un tapabocas con estampado de rana, era algo bastante antiguo, supuso que ya era momento de usarlo.

Cuando bajó nuevamente las escaleras trató de ser silencioso para al menos poder escuchar lo que estaba pasando con Ging y lo que sea que estaba ocultando, sin embargo, ya no había nada. Eso lo comprobó yendo hacia el cuarto de la lavadora, la puerta estaba abierta y ya no había nadie. "Qué extraño..." ya no había caso, y pensar que podría descubrirlo ese día.

𝗲𝗻𝗮𝗺𝗼𝗿𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗮 𝗸𝗶𝗹𝗹𝘂𝗮 𖤛 killugon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora