❱ pesadilla

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Cuando Killua había llegado a su casa -Qué, de hecho, ni enterado estaba- los mayordomos lo recibieron con el respeto que siempre había recibido. Guardaron su bicicleta y llevaron a su hermana a una habitación "especial" pero antes de eso, Killua le abrazó prometiendo que iría a verla después del almuerzo.

Cuando entró a su casa, todo estaba en silencio, era algo que no le sorprendía para nada por lo que le prestó un mínimo detalle a ello.
Comenzó a caminar hasta su habitación, tal vez le daría una oportunidad al libro que Ikalgo le recomendó, si no se equivocaba debería de estar en su cajón de ropa, escondido por qué no quería dar explicaciones acerca de su procedencia.

—Killu. —Escuchó a su espaldas de la nada haciendo que parara de caminar y casi se caiga del susto por la voz tan repentina que escuchó a sus espaldas luego de estar pensando.

Sabía quién era y no quería estar ni un minuto más ahí.

—Killu. —Escuchó de nuevo, la voz sonaba sin ningún ápice de molestia por que le ignoraron.
Tuvo que voltear, con bastante trabajo, a hacerle caso a esa vocesita tan insistente que creía escuchar hasta en sus pesadillas. Tampoco es que fuese un idiota, podría recibir un severo castigo si no respondía como se debe.

—¿Qué es lo que quieres, Illumi? —Carraspeó mirando hacia otro lado, queriendo dar la impresión de que le molestaba su precensia en ese momento. Era también algo que le sorprendía al albino, pues su hermano casi nunca estaba en casa por su numeroso trabajo.—Sé rápido, tengo que hacer mis tareas de la escuela. —Siguió, mirando desinteresadamente a su hermano mayor, con esos ojos totalmente negros que realmente le causaban escalofríos de lo tan frívolos y sin vida que eran.

La expresión del pálido Illumi no cambió para nada de la que tenía en ese momento, más bien, lo que le importaba en ese momento era esa chompa verde chillón que tenía su hermano puesta y que no podía evitar dejar de observar; que parecía de una calidad que no satisfacía sus altos estándares.

Además, obvio eso no era de su hermano menor, él jamás usaría algo de ese estilo tan... Para niños y de una paleta de colores tan extraña, no, era imposible que fuese de su hermano.
—¿Qué es eso que llevas puesto? No recuerdo haber visto algo así en tu armario. —Su voz sonaba tan muerta, pero sutilmente seca y grave.

Killua alzó una ceja ante eso, ya que ni enterado estaba de que aún llevaba la chaqueta de Gon puesta por estar tan cómodo y calentito, y eso era demasiado raro de verse si estábamos hablando de Killua que era demasiado detallista y perceptible. —¿De qué estás hablando, Aniki? Este es mi uniforme. —Habló con un tono desinteresado, ya queriendo que el contrario desaparezca de su vista y sin tener las ganas de revisar lo que tenía puesto al estar bastante seguro que lo que llevaba ahora era solo el uniforme.

Eso hizo que Illumi volviese a hablar sin algún cambio en su postura, aunque igualmente bastante interesado. —Killu, eso no es el uniforme. –Comentó, señalando el abrigo verde. Era sorprendente para el mayor que Killua ni enterado estaba de lo que llevaba en ese momento.
Quedó grabado en la mente de Illumi para un futuro, no podía ser que la próxima cabeza de la familia esté tan despistado como para no enterarse de lo que llevaba puesto.

Mientras tanto, el albino alzó una ceja, estaba bastante perdido desde que habló con Gon en la escuela para que le vengan a decir esas estupideces ahora. –Dios, Illumi ¿Qué acaso no ves que-? —Paró de hablar al bajar la mirada a su uniforme, más no encontró más que esa chaqueta verde que Gon le había dado. Abrió la boca sin saber cómo continuar hablando ¡Había olvidado por completo que estaba usando esa chaqueta!

Cómo si fuese una ilusión, tocó la prenda de vestir que estaba sobre su cuerpo, algo que sí estaba ahí, y para malograrla aún más, Illumi volvió a hablar.

𝗲𝗻𝗮𝗺𝗼𝗿𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗮 𝗸𝗶𝗹𝗹𝘂𝗮 𖤛 killugon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora