❱ secreto

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Al día Lunes, Gon ya estaba totalmente vestido con su uniforme de siempre, con la chalina de la abuela y unos calentadores por dentro, al igual que un gorrito que le tapaba la cabeza completamente. Seguro su cabello sería un desastre en el colegio a lo que tuvo que resentirse, debería llevar un peine.

Su tía Mito ya le había comprado su ropa de baño, pero hasta ahora Gon no la había visto, así que por esa razón ese día se había levantado más temprano de lo usual.

—¡Gon, baja ya! —Escuchó la señal para ir a tomar su desayuno, así que se puso sus zapatos y corrió escaleras abajo viendo un par de tostadas y un jugo de naranja al lado.
Cuando desvío la mirada, Ging estaba durmiendo en el sofá con su ropa de trabajo del día anterior toda desarreglada a lo que Gon quiso burlarse como él lo hizo ayer pero su tía nuevamente le llamó para que comiera rápido.

—Mito-san ¿Ya puedo verlo? —Sus ojos estaban bastante brillantes, casi nunca le compraban algo y si era así le emocionaba, es por eso que no podía más con esa sensación en su pecho.

Su tía dejó de lavar los platos y asintió bastante feliz por verle tan entusiasmado.

Fue hacia su cuarto y rápidamente bajó con una pequeña mochilita donde se encontraba todo lo que su sobrino le había pedido, para ese momento Gon había terminado de desayunar.
Gon se sacudió las manos con migajas sobrantes de sus tostadas y corrió hacia ella para darle un gran abrazo en agradecimiento.

Ambos se sentaron en un sofá apartado del de Ging; Mito le entregó la mochilita la cual Gon abrió observando su traje de baño que consistía en unos shorts verdes —Ya se lo esperaba—, una toalla blanca y unos lentes para nadar color verdes también.
—Me encanta Mito-san, muchas gracias. —Gon estaba emocionado, ya quería conocer a todo el equipo con el que estaría conviviendo un tiempo y que llegara el día de la competencia para que su tía esté orgullosa de él.

—De nada cariño, ahora ve a la escuela que se te hará tarde. —Gon asintió y cerró la mochilita con sus cosas para llevarlo a la mano, luego se puso su mochila normal de colegio en la espalda y salió, aunque sin poder evitarlo le tomó una foto a Ging roncando y con la boca abierta para molestarlo luego.

Salió de casa despidiéndose de su tía para subirse a su bicicleta e ir al colegio, para su mala suerte no encontró a Killua ni a Kurapika en el camino por lo que simplemente tuvo que seguir sin más algo desanimado.
Estacionó su bicicleta, el lugar estaba algo vacío para su sorpresa y eso que era algo tarde, pero le restó importancia.

Cuando llegó a su salón habían pocas personas, pero ni Killua ni Kurapika estaban—por si acaso pensaba que podían estar ahí—, así que simplemente siguió hasta su sitio, tal vez le mandaría un mensaje a su amigo rubio para darle los buenos días.
Mientras sacaba su celular, pensó: "Ahora que lo pienso, debo pedirle su número a Killua." Sonrió, sería realmente lindo despertar con un mensaje de Killua diciéndole buenos días cada día.

Suspiró bastante tonto, habían progresado al menos un poco, además ese día se iría con él a recoger a Alluka lo que causó que una hermosa sonrisa se formara en sus labios.
Tan perdido estaba en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando una rubia se sentó a su lado.
La chica tuvo que carraspear para que le prestasen la atención que quería, a lo que Gon volteó su rostro confundido a su costado, observando a una compañera suya llamada Bisky con la que casi nunca interactuaba si no se trataba de algún trabajo en grupo.

—¡Hola! —Le saludó la chica lo cual le desconcertó un poco ¿Por qué de la nada estaba ahí?

Un poco confundido simplemente asintió con la cabeza tratando de recordar si había algo que le debía. "No, no le debo nada... ¿Me habré quedado con su borrador? Oh no, escuché que ella era algo intensa si algo le molestaba." Tembló un poco, no quería problemas en ese momento, pero para su suerte —O tal vez mala— la chica no había venido para eso.
—He descubierto tu secreto, Gon Freecss. — Eso le tomó bastante desprevenido a lo que no pudo evitar inclinar un poco su cabeza a un lado. Está bien, eso sí que no se lo esperaba, mucho menos que hablara en un tono tan tranquilo y neutro ante algo que al parecer fuese importante.

𝗲𝗻𝗮𝗺𝗼𝗿𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗮 𝗸𝗶𝗹𝗹𝘂𝗮 𖤛 killugon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora