❱ confundido

5.3K 578 978
                                    

—¡Ya me voy, Mito-san! —Llevaba la mochila llena de libros en la espalda con una gran sonrisa, pensando que hoy sería un gran día para confesarle nuevamente sus sentimientos a Killua, siempre siente que habrá un día en el que le diga "A mi también me gustas" y juntos serán felices para siempre, se casarán, tendrán un perrito o tal vez un hamster, los llamarán Konta y Max y luego tendrán un hijo ¿Se puede eso a los 15? Tan solo ese pensamiento le alegra la semana.

Su tía Mito aún estaba en la cocina lavando los platos del desayuno, ajena a los sueños de su sobrino. —Está bien Gon, ten cuidado. —Le exclamó sin dejar de hacer lo que hacía pensado que cuando Ging volviera lo haría limpiar el baño como castigo por haberse escapado otra vez.

—¡Hai! —Dicho eso salió de su casa despidiéndose con la mano de su abuela que a tan temprana hora se encontraba tejiendo una bufanda verde para Gon en su mecedora.
El invierno se aproximaba, y en el ambiente se sentía.
Gon pensó si ese año nevaría pues Navidad estaba cerca ¡Sería genial! No puede esperar a decorar el arbolito de la clase.

Cuando ya estaba en la entrada observó su bicicleta negra recostada contra la pared del mini jardín totalmente limpia.
Le quitó el seguro y se montó en su vehículo que siempre usaba para dirigirse a la escuela, su tan confiable bicicleta que le acompañó durante largos años y nunca salió perjudicada.

Mientras iba a su destino, fue pensando en que escribir en la tarjeta, Gon era un chico muy simple y probablemente no podría ingeniarse algo poético o romántico para la ocasión.
—Kurapika me ayudará... Él siempre recibe tarjetas de amor ¿No? — Pensó sonriendo cuando doblaba una esquina, estaba cerca de la escuela pues no vivía muy lejos.

—¡Oni-chan! ¡Dame helado! —Gon salió de sus pensamientos cuando escuchó la vocesita de una niña frente a él regañandole a su hermano, le pareció conocida y esa es la razón por la cual llamó su atención.

—¿Eh? ¿Ella no es...? —Sus ojos se enfocaron en la muchacha que estaba sentada sobre el asiento tracero de una bicicleta color azul, se agarraba de la espalda de un chico más alto que ella con cabellos albinos el cual conducía.
—La hermana de Killua... ¡Y Killua! —Sus ojos brillaron, su mente le decía que acelerara y fuera a hablar con ellos ¡Era una gran oportunidad! Si tuviera una cola la estaría moviendo a una milla por segundo eso es seguro.
"No sabía que Killua vivía cerca también" Sus ojos brillaron, ahora que sabía ese dato podrían irse juntos de la escuela. "Claro, si es que me lo permite" Hablo la parte pesimista para arruinarlo todo.

Justo cuando estaba a punto de acelerar, el albino volteó hacia otra calle muy distinta a la de la escuela, algo que confundió a Gon pero que rápidamente pudo deducir ante vagos pensamientos.

—Su hermana no estudia aquí, es cierto.

—¡Ku-ra-pi-ka! —Llegó saltando hacia el salón, rara vez era el momento en el que Gon llegara más tarde que el rubio, pero así era el día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¡Ku-ra-pi-ka! —Llegó saltando hacia el salón, rara vez era el momento en el que Gon llegara más tarde que el rubio, pero así era el día.
Se acercó hacia su sitio de siempre y se sentó en la silla poniendo su mochila sobre la mesa para rebuscar entre sus cosas.

𝗲𝗻𝗮𝗺𝗼𝗿𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗮 𝗸𝗶𝗹𝗹𝘂𝗮 𖤛 killugon.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora