𝗲𝗻𝗮𝗺𝗼𝗿𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗮 𝗸𝗶𝗹𝗹𝘂𝗮 𖤛 killugon.

❱ pervertido

Sin poder evitarlo gruñó como un perrito enojado al ver como aquella chica hacía lo imposible para llamar la atención de su amor imposible, aunque para su fortuna Killua solo seguía de largo tratando de quitársela de encima de una vez por todas.

El suave golpecito en su hombro le hizo despegar su mirada ámbar de aquella situación, dirigiendola a los grises de su amigo rubio quien le sonrió suavemente para tratar de calmarlo ante su estado hostil, algo que al parecer funcionó.

—Hey Gon, tengo algo para ti. — Sonrió un poco nervioso retirando su mano del hombro de su amigo para agarrar su mochila, tal vez hacer aquello sería bueno para calmarlo ¿Verdad?
Gon volvió tener ese brillo que le caracterizaba de repente, observando atentamente al mayor "¡Una sorpresa de Kurapika! Me pregunto si será ese póster que vimos ese día" pensó optimista mientras movía inquietamente sus piernas de arriba hacia abajo.

Kurapika rebuscó un poco más en su bolso hasta por fin encontrar lo que quería y rápidamente lo sacó y lo puso sobre la cabeza de Gon quien ni siquiera notó que era lo que le había puesto al estar pensando que era lo que su amigo rubio le iba a dar.

La sonrisita que le mostró Kurapika lo desconcertó, al menos estaba seguro que sea lo que sea que tenga en la cabeza no era el póster que pensaba y eso le desilusionó un poco, aunque la curiosidad no cesó.
Alzó las manos para quitárselo y ver que era aquel objeto, pero su amigo lo detuvo a lo que como respuesta infló las mejillas un poco confundido.
—No te lo quites o me enojaré. —Amenazó el Kuruta a lo que Gon exhaló todo ese aire que había instalado en sus mofletes, cruzando los brazos sobre su pecho.

—Me lo quitaré cuando Nostrade-sensei venga. — Le comunicó volviendo su mirada hacia al frente observando que Retz ya no se encontraba cerca de Killua a lo que un alivio se instaló en su pecho, pero no le duró mucho pues una voz con acento afrancesado habló en voz alta.

—Ohh, ringo-chan se ve tan adorable~ —Un escalofrío le recorrió la espalda al escuchar ese apodo que no le gustaba para nada no muy lejos de él.
Hisoka estaba en los pupitres de adelante junto a su grupo de siempre y su voz se escuchó en todo el salón haciendo que las miradas recayeran en su persona a lo cual ser el centro de atención se le hizo muy incómodo y se encogió ligeramente en su asiento con una expresión angustiada.

Cómo por reflejo su mirada se dirigió al albino que también lo miraba y eso le hizo sentir mariposas revoloteando en su estómago. Ahora poco le importaba que todos lo mirasen ¡Killua estaba por primera vez fijándose en él!

Gon se sonrojó ante eso ¿Qué se supone que estaba pasando? ¿Tendrá que ver lo que tenía en la cabeza, verdad?
Pero antes de que se lo quitara, Kurapika rápidamente se lo quitó y lo escondió detrás de su espalda, con bochorno pintado en el rostro.

—¿Qué tanto miran chicos? —De la nada, la maestra Nostrade había ingresado al aula justo después de que su amigo rubio le había quitado lo que tenía en el cabello.
Todos los alumnos volvieron su mirada hacia adelante apenas escucharon la voz de la maestra y se levantaron para saludar.