Capitulo 30. Expuesto

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Cuando Chen Ming se apresuró a rodar a un lado, una mano asomó del suelo donde estaba acostado.

Si uno miraba de cerca, podía ver que se habían caído varias uñas y que la carne de las articulaciones estaba en su mayor parte podrida, exponiendo los huesos negros. La carne restante estaba verde.

Sin embargo, Chen Ming no tuvo tiempo de observar la "delicada mano" del zombi. Mientras gemía y salía, Chen Ming corrió más. El hedor del zombi trajo ni siquiera podía ser cubierto por la lluvia, y se demoró durante mucho tiempo.

Ahora Chen Ming estaba preocupado por estar expuesto.  Se agachó y sacó la espada de madera de durazno. Al ver el gran tamaño del zombi, se puso de pie para protegerse.

La lluvia cayó sobre el zombi y se convirtió en agua negra. Era barro o algo más y repugnante.

El cielo estalló con relámpagos.  Un hombre y un cadáver parecían bastante conspicuos en el campo de flores plano.

Los aldeanos de otros cobertizos vieron claramente lo que sucedió. Se miraron el uno al otro por un rato y se llenaron de ira.

Chen Ming miró al grupo que se acercaba gradualmente, pero no había tiempo para lidiar con ellos. El zombi abrió la boca sin labios y se acercó corriendo.

"Oh, yo", Chen Ming esquivó rápidamente, bromeando, "¿Cuánto tiempo no te has cepillado los dientes, hermanito? Mira tus dientes amarillos".

Era difícil saber si el zombi lo entendió, pero se dio la vuelta y le gritó a Chen Ming.

Chen Ming ignoró su amenaza.  Aprovechó la oportunidad para apuñalar la espada en la boca y gritó en respuesta: "¡Cállate!"

El poderoso rugido anterior se convirtió en un gemido frustrado. La garganta del zombi parecía haber sido golpeada con un hierro candente y se quemó con un chisporroteo. Luchó por agarrar la espada con sus manos, pero la espada quemó la mayoría de sus dedos.

Chen Ming perdió la paciencia y no se molestó en ver al zombi luchando. Sacó la espada y la sacudió. La espada de madera, que parecía un artículo de colección o una pieza de decoración, cortó fácilmente la cabeza del zombi como una afilada de corte de hoja de hierro.

El zombi cayó al suelo, se derritió en agua negra en segundos y se filtró en la tierra.

La pelea terminó en menos de un minuto.

Chen Ming jadeó cuando los aldeanos lo rodearon gradualmente. Renunció a la resistencia, arrojó la espada y levantó las manos por encima de la cabeza.

Había muchas formas de lidiar con zombis y fantasmas, pero Chen Ming no tenía otras armas excepto sus puños cuando peleaba con seres humanos. Solo pudo rendirse. 

La linterna cayó directamente sobre su rostro. Entrecerró los ojos y volvió la cabeza.

En ese momento había dos figuras y ahora solo había una. El jefe creyó que había otros cómplices y ordenó a sus hombres que los buscaran, dejando solo a tres con Chen Ming.

El líder tomó la espada. No pudo entender la intención de Chen Ming y preguntó bruscamente: "¿Qué estás haciendo aquí?"

Chen Ming frunció la boca y dijo: "Seamos honestos, usted plantó amapolas en tumbas ancestrales y acumuló quejas. Los zombis romperán el suelo esta noche. Estoy aquí para ayudar. ¡Oye!"

El líder no esperó a que terminara. De repente agarró ambos extremos de la espada, levantó la pierna y la golpeó contra su rodilla. La espada se partió en dos pedazos y fueron arrojados al suelo.

Chen Ming se quedó helado. El ceño más profundo mostró que ahora estaba aún más enojado. Apretó los dientes y dijo: "Joder, di lo que quieras, ¿por qué rompiste mi espada?"

"¡Vete a la mierda!" El hombre estaba muy emocionado y miró a su alrededor en busca de algo, "Ya sabes lo de las amapolas. ¡Entonces no puedes irte!"

Le quitó la guadaña a su compañero y se abalanzó sobre Chen Ming.

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