Capitulo 67. Ambos Somos Solteros . ¿Por Qué No Permanecer Juntos?

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Esta era la segunda vez que Chen Ming le había pedido a Zhou Nan que volviera, por lo que era inapropiado que se negara de nuevo.

Zhou Nan se comprometió y siguió lentamente a Chen Ming.  Conocía el camino, por lo que podía caminar de regreso por su cuenta incluso si se quedaba atrás.

Chen Ming descubrió que Zhou Nan estaba manteniendo deliberadamente una distancia con él, y después de un tiempo, solo pudo detenerse para esperar al fantasma cobarde. Al ver a Zhou Nan caminar hacia él paso a paso, Chen Ming se sintió física y mentalmente agotado.

Se dio cuenta de que tenían que dejarlo en claro lo antes posible, o Zhou Nan sería infeliz todo el tiempo. Resultó que no había personas cerca, por lo que podrían aclarar su relación de una vez por todas.

"¿Crees que me volveré a enamorar de Bai Yiyi?"

Zhou Nan se mordió los labios y asintió repetidamente.

"¿Tienes miedo de que me enamore de ella?"

Zhou Nan murmuró "um" suavemente y bajó la cabeza aún más.

"Escucha, Zhou Nan." Chen Ming sostuvo la cara de Zhou Nan y dejó que este último lo mirara para que pudiera sentir su corazón, "Yo, Chen Ming nunca recogeré las cosas que se han tirado. Lo hemos hecho por completo".

"¿De Verdad?"

"De Verdad." Chen Ming dijo con sinceridad: "Pero ahora deberías explicarme por qué te preocupa que me vuelva a enamorar de Bai Yiyi".

Zhou Nan quedó atónito y luego se dio cuenta de que había caído en la trampa de Chen Ming.  Trató de apartar la mirada, balbuceando, "Porque es una mujer libertina. Me temo que tu vida será arruinada por ella otra vez. Esto ... Eso no es bueno ... No debería ser ..."

"¿Hmm?" Chen Ming sonrió pensativo. Obviamente, no creyó lo que dijo Zhou Nan.

Pero Zhou Nan no explicó, diciendo: "Regresemos primero a la floristería. Lávate la cara y luego te lo explicaré".

"No, no, no," Chen Ming se paró ante Zhou Nan con una mano apoyada contra la pared, "Espero que puedas explicarme honestamente por qué no estabas feliz cuando viste la marca de lápiz labial de Bai Yiyi en mi ropa".

Su postura era bastante extraña.

Zhou Nan había tomado una decisión y juró que de todos modos no admitiría que le gustaba Chen Ming. Él sonrió y actuó como si nada estuviera en su mente, "Yo ... lo dejé en claro, y solo espero que puedas estar con la mujer adecuada y evitar que te lastimen de nuevo".

"Yo", Chen Ming sonrió astutamente, se acercó, obligó a Zhou Nan, que era media cabeza más bajo que él, a levantar la cara y dijo: "Entonces, por favor, Sr. Zhou, mi mentor amoroso, dígame con quién debería estar."

Zhou Nan se sonrojó, apretando los dientes, "No lo sé". En su mente, había innumerables voces gritando: "¡Soy yo, yo, yo!" Su expresión era tan rígida y su boca temblaba.

Chen Ming dejó de sonreír, y realmente no esperaba que Zhou Nan, que por lo general parecía honesto, ahora se atreviera a actuar frente a él.

"¿Podemos volver a la floristería ahora?" Zhou Nan preguntó suavemente, parpadeando e hizo una linda expresión.

Chen Ming era demasiado terco para rendirse a mitad de camino.

'Está bien, Zhou Nan, me gustaría ver cuánto tiempo puedes aguantar'. Pensó

Alargó la mano para pellizcar la nariz de Zhou Nan y dijo: "¿Crees que no sé que siempre vas a mi cama y te acuestas detrás de mí, confesándome amor?"

Al escuchar sus palabras, Zhou Nan se quedó estupefacto y después de tres segundos entendió lo que estaba diciendo Chen Ming. Sintió que su rostro se ponía extremadamente caliente.

"Yo ... yo ... tú ..." De repente, Zhou Nan no pudo decir nada, sintiéndose extremadamente avergonzado. No solo se confesó en secreto a Chen Ming, sino que también se comportó como si nada hubiera pasado al día siguiente. Ahora realmente quería encontrar un agujero para esconderse.

Efectivamente, cuando se trata de fingir, Zhou Nan tenía menos experiencia que Chen Ming.

Chen Ming dio dos pasos hacia atrás, riendo a carcajadas.

Al verlo reírse de sí mismo, Zhou Nan se enojó de repente. Apretó los puños, hizo acopio de valor y preguntó: "¿Te gusto o no?"

Se arrepintió después de decirlo.

Le preocupaba que Chen Ming lo rechazara, temiendo perder a Chen Ming. Al pensar en esto, se sintió dolorido y quiso llorar.

Chen Ming se puso de pie con una expresión seria y se tocó la barbilla con la mano, "Eh ... esto ..." De vez en cuando miraba a Zhou Nan pensativo.

Zhou Nan sintió que estaba parado en un acantilado con vista al abismo, y la respuesta de Chen Ming determinaría dónde caería. Casi no tenía coraje para escuchar lo que diría Chen Ming. Solo quería taparse los oídos y regresar corriendo a la floristería para encontrar algo para enterrarse.

Chen Ming, al ver los ojos rojos de Zhou Nan, decidió no burlarse de él y dijo: "Estoy soltero, tú estás soltero. ¿Por qué no permanecer juntos?"

Lo que no esperaba era que esta frase fuera completamente contraproducente. Zhou Nan se quedó petrificado durante unos segundos y luego de repente comenzó a llorar.

Chen Ming era un tipo tonto y no sabía cómo afrontar tal situación. Frente a las lágrimas de Zhou Nan, estaba aturdido y preguntó: "¿Ay? Dije que podemos estar juntos, ¿por qué lloras?"

"¡Mierda, por supuesto que me conmovió!"

Zhou Nan lloró aún más fuerte, diciendo: "¡Deberías venir a abrazarme! ¡Consuélame! ¡Eres un hombre tan tonto!"

Chen Ming, que fue regañado, no se enojó sino que se rió, y se inclinó impotente, extendiendo la mano. Dijo en un tono algo indulgente: "Ven a mis brazos".

Zhou Nan se apresuró a acercarse, frotando sus lágrimas sobre Chen Ming. Se enterró en los brazos de Chen Ming, esperando que nunca se separaran.

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