AMANTE FANTASMA

Capitulo 62. Drogas

Fue la primera vez que Chen Ming llamó a la puerta de una niña con una brújula en lugar de flores.

Incluso con el delicado maquillaje, Bai Yiyi no pudo ocultar su rostro demacrado. Ella saltó hacia arriba, tratando de poner sus brazos alrededor del cuello de Chen Ming y darle un abrazo, pero fue empujada sin piedad contra sus hombros.

"Mantén tus manos en tí."

La alegría en los ojos de Bai Yiyi se disipó un poco y ella no habló.

Después de entrar en la habitación, Chen Ming no estaba actuando como un invitado.  Metió las manos en los bolsillos y miró a su alrededor con detenimiento, "Mira la pared, el piso… todo redecorado, ¿eh? Parece mucho más delicado. Debes haber gastado mucho dinero en esto".

Bai Yiyi no respondió. Ella bajó la cabeza y se quedó quieta.

Chen Ming finalmente se detuvo frente a una vitrina y miró las bolsas dentro durante unos segundos. Luego dijo: "Creo que todas son marcas famosas. Después de todo, para la señorita Bai, no es necesario apreciar las imitaciones. Creo que vale la pena, ya que has ganado tanto. No es una pérdida para ti . " Deliberadamente enfatizó la palabra "Señorita".

"Deja de satirizarme…" Bai Yiyi bajó la cabeza aún más.

"Pensé", Chen Ming se dio la vuelta y se sentó en el sofá. Sus largas piernas se superponían naturalmente, con una sonrisa falsa en su rostro, "Has estado completamente preparado para mi sarcasmo desde que te enganchaste con ese anciano".

"Cálmate, por favor. Toma un poco de agua." Probablemente porque ya no podía escucharlo, Bai Yiyi se inclinó para preparar té para Chen Ming, "Realmente aprecio cuando estás dispuesto a ayudarme".

Al verla vertiendo agua, Zhou Nan supo que era una oportunidad para poner la droga. Pero Chen Ming no tomó ninguna medida, por lo que no pudo evitar inclinarse y recordar: "¿No es hora de actuar, Chen Ming? "

Chen Ming sonrió aún más alegremente y de repente dijo: "Como esperaba, hay alguien más en esta habitación".

Después de haber sido torturado durante demasiado tiempo por el bebé afligido, Bai Yiyi era muy sensible. Después de escuchar un comentario tan aterrador, no pudo evitar temblar, y la taza que tenía en la mano cayó al suelo. Estaba hecha añicos y los trozos de vidrio estaban por todas partes.

"Tú ... simplemente no me asustes, Chen Ming." Sacó unos pañuelos de papel y se agachó para limpiar el agua de color marrón claro en las baldosas blancas. Hablaba con calma, pero le temblaban las manos.

"No te preocupes, él vino conmigo, así que se irá conmigo también".

Zhou Nan podía estar seguro de que este tipo estaba hablando de él porque Chen Ming era demasiado vago para inventar una mentira. Zhou Nan simplemente puso los ojos en blanco ante Chen Ming, quien siempre estaba bromeando.

Bai Yiyi no sabía sobre eso y todavía estaba en pánico. Miró a su alrededor y dijo: "Traeré una taza nueva". Luego se fue apresuradamente.

Chen Ming miró a Zhou Nan deliberadamente. Se rió con orgullo, levantó la mano y vertió el polvo de las pastillas para dormir en el vaso que quedaba en la mesa. Tenía miedo de que no se derritiera, así que lo sacudió.

Cuando Bai Yiyi regresó, había vuelto a su posición original y la copa estaba en su ubicación anterior.

Chen Ming extendió la mano hacia la taza nueva y se sirvió agua.

Bai Yiyi lo detuvo y dijo en voz baja: "Yo soy el anfitrión. Debo ocuparme de los invitados".

Enfrentando el accidente menor, Chen Ming respondió con calma y se negó: "No, ve a limpiar el vidrio del piso. No dejes que me raye el pie cuando pise el piso más tarde". Esto no era lo que diría un caballero, y fue totalmente despiadado. Parecía estar seguro de que Bai Yi soportaría todo esto, así que aprovechó la oportunidad para tomar represalias.

Aunque Zhou Nan criticó a Chen Ming por ser demasiado directo y no preocuparse por los sentimientos de las chicas antes, al verlo ser tan arrogante, Zhou Nan incluso lo aplaudía con locura. ¡Así es exactamente como debes tratar a una chica escoria!

Bai Yiyi no refutó. Limpió todo el desorden y luego volvió a sentarse junto a Chen Ming.

"Aquí, agua." Chen Ming puso el vaso de agua lleno de pastillas para dormir frente a Bai Yiyi, mientras se hacía a un lado para sentarse lejos de ella.

Bai Yiyi se veía triste. Se peinó suavemente su cabello ralo y tomó un sorbo de té.

Los dos seres humanos y un fantasma estaban todos en silencio en la sala de estar. Zhou Nan no tenía nada que decir. Bai Yiyi no sabía qué decir para complacer a Chen Ming, y Chen Ming no quería decir nada más que palabras de sarcasmo.

Era tarde y afuera estaba completamente oscuro. La luz brilló de manera extraña de repente, haciendo que la gente entrara en pánico.

"¿Cogiste tanto dinero pero todavía no tienes una lámpara útil?" Chen Ming finalmente encontró la oportunidad de burlarse de ella.

Bai Yiyi de repente levantó la cabeza, bebió toda el agua, luego se puso de pie y dijo: "Usaré el baño".

Después de escuchar la puerta cerrarse, Chen Ming la miró y murmuró: "Se lo bebió todo a la vez. ¿No es extraño? No debería serlo. Aunque es la primera vez que hago esto, pero lo hice perfectamente. . "

Después de vivir juntos durante tanto tiempo, ya se conocían bien. Zhou Nan entendió lo que quería decir y preguntó: "¿Quieres decir que quieres que le eche un vistazo?"

Chen Ming quiso asentir, pero de repente cambió de opinión, "No, ¿y si la chica realmente fuera al baño? Por lo que sé, Bai Yiyi no debería haber pensado tanto".

No es de extrañar que, después de un rato, el sonido del inodoro y el lavado vinieran del baño. Chen Ming se reclinó en el sofá y comenzó a revisar el teléfono.

Bai Yiyi se acercó. Zhou Nan vio claramente que se sentó junto a Chen Ming nuevamente.

Chen Ming también lo notó. Frunció el ceño con disgusto y preguntó: "¿Podrías sentarte más lejos de mí cuando hay suficiente espacio en el sofá?" Había adivinado que Bai Yiyi estaba haciendo esto a propósito. Ahora se había visto obligado a arrinconar y no podía soportarlo más.

Hubo una pequeña vacilación en los ojos de Bai Yiyi, pero desapareció muy pronto. Parecía que había tomado una decisión. En silencio, sostuvo el brazo de Chen Ming y frotó suavemente su piel. Dijo esto con una voz muy agradable como los ruiseñores: "Tengo miedo. Me siento menos asustada cuando estoy cerca de ti".

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