AMANTE FANTASMA

Capitulo 50. Bola De Carbón

A Chen Ming no le importó y rápidamente negó: "No, no, no, no es un gatito".

Finalmente, el vendedor lo convenció y compró la bolsa de comida para gatos adultos por 100 yuanes.

Después de salir de la tienda, Zhou Nan se acercó de inmediato, como un niño esperando bocadillos, para ver qué había comprado Chen Ming. Estaba bastante sorprendido, porque sabía que la comida para gatos en una tienda así no sería demasiado barata. Sin embargo, antes de que pudiera preguntar, Chen Ming dijo de manera preventiva: "¡Si tu gato no se lo come, le arrancaré todo el pelo!"

Zhou Nan sabía que estaba bromeando: "De ninguna manera, Bola de Carbón no es quisquilloso".

Bola de carbón?

"¿Cómo pudiste darle a un gato un nombre así?" Fue en medio de la noche y no había nadie en la calle. Chen Ming ya no tenía preocupaciones y comenzó a charlar con Zhou Nan.

"Porque es ... negro." La razón de Zhou Nan era bastante simple, "No pensé mucho en eso. ¿Quieres cambiarle a otro?"

"Olvídalo. Los gatos con nombres simples son fáciles de criar".

Zhou Nan sonrió, "Solo dale de comer una vez. No importa si es fácil de criar o no".

Chen Ming no dijo nada. Parecía que tenía la intención de guardar silencio.

Los dos dejaron de hablarse,  Zhou Nan abrió el camino, llevó a Chen Ming a la comunidad y se detuvo en algún lugar debajo de su edificio de apartamentos,  miró hacia arriba y miró su propia ventana. Durante un rato, sus ojos se llenaron de una inexplicable tristeza. A sus pies, había un pequeño cuenco de hierro que se había llenado con el último bocado de la comida para Bola de Carbón antes de irse, y ya estaba vacío.

Zhou Nan intentó llamar dos veces, pero solo hubo silencio y no hubo rastro del gato.

"Por cierto, ¿puede verme el gato?" Zhou Nan solo sabía que los caniches podían hacerlo.

Chen Ming hizo una pausa por un momento antes de responder: "Sí, la mayoría de los animales pueden".

Después de escuchar esto, Zhou Nan se sintió un poco deprimido.

Según la generación anterior, parecía imposible que los gatos fueran tan leales como los perros y esperaran a que sus dueños regresaran a un lugar donde no tenían nada para comer ni beber.

"Yo ... solo miraré alrededor de nuevo ..." Zhou Nan no quería rendirse.

"No hay prisa." Chen Ming no quería presionar a Zhou Nan. Así que se sentó en un banco junto al paso de peatones.

Zhou Nan miró a su alrededor un poco más y desapareció bajo la tenue luz de las farolas.

Todos sabían que era inútil.

Chen Ming puso la comida para gatos a su lado y se sintió sofocado. Era tan sofocante que ni siquiera podía suspirar.

En ese momento, un leve sonido se escuchó junto a su cuerpo, como si algo suave cayera sobre la silla. Volvió la cabeza para mirar hacia atrás y vio un par de ojos azules brillantes. Distinguió cuidadosamente el cuerpo negro del dueño de esos ojos de la oscuridad de la noche ... Definitivamente era un gato negro.