Capitulo 89. La Razón Por La Que El Gato Engordó

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Sabiendo que Bola de Carbón todavía estaba vivo, Chen Ming regresó para recoger el equipaje y Zhou Nan se fue para apaciguarlo. El conductor probablemente también era un amante de los gatos, porque también se apresuró a preguntar si el gato estaba bien. Chen Ming dijo: "Está bien. El pequeño es muy inteligente. Está vivo y sano".

Después de regresar a la casa, Chen Ming sintió una mirada ardiente, por lo que miró hacia abajo y vio a Bola de Carbón mirándolo con una expresión triste que decía "Estúpido humano, casi me matas".

Zhou Nan tomó a Bola de Carbón en sus brazos, le rascó la piel detrás de las orejas y murmuró: "Ven a mis brazos y no te lastimarán ... Ah, Chen Ming, siento que está más gordo. Se siente más pesado".

Chen Ming lo miró con sorpresa, "¿Se tiraron todas las sobras en casa?"

"Umm ..." pensó Zhou Nan con cuidado, "Todos los que están en los platos deberían haber desaparecido, pero parece que una bolsa de calamar rallado todavía está en el refrigerador".

Chen Ming tuvo un mal presentimiento, y antes de caminar hacia el refrigerador, ya vio la bolsa tirada en el suelo. Lo recogió y vio que la bolsa ya estaba vacía por dentro. Aún quedaba una pequeña marca de dientes dejada por el "criminal".

El gato no solo sabía cómo sacar la comida del refrigerador, sino que también sabía cómo cerrar la puerta. Chen Ming se dio la vuelta y le dio al "criminal" un pulgar hacia arriba. Luego dijo con sincera admiración: "Bien hecho".

"¿Realmente se lo comió todo?"  Zhou Nan observó mientras Chen Ming tiraba la bolsa de calamar triturada a la basura, "¿Entonces dejará de comer comida para gatos en el futuro?"

"Es difícil de decir." Chen Ming agarró la bolsa de comida para gatos en su mano y la sacudió, "¿Quieres comer esto?"

Bola de Carbón gritó, saltó de los brazos de Zhou Nan, corrió hacia Chen Ming y rodeó sus piernas, frotando su cabello en sus pantalones.

"¿Ves? Los seres humanos no se pueden comparar con la comida". Chen Ming dio unos pasos hacia atrás, sacó las piernas, abrió el estante y vertió la comida para gatos en el cuenco de Bola de Carbón.

Zhou Nan sonrió con indiferencia, luego se inclinó y avivó al gato.

Chen Ming fue a buscar un recipiente con agua para Bola de Carbón, ahorrándole al gato la molestia de ir al fregadero y lamer. Cuando regresó, sonó el teléfono en su bolsillo. Vio que era un número extraño y vaciló antes de contestarlo. Pero la persona que llamó resultó ser el mayordomo anterior.

Le dijo a Chen Ming que Liu Qi se había despertado y no estaba gravemente herido, y que los 50.000 restantes serían transferidos a Chen Ming en unos pocos días.

La familia Liu era bastante honesta en los negocios.

Chen Ming respondió, luego dijo algunas formalidades y finalmente colgó.

Cien mil.

Incluida la preparación, se hicieron cien mil dólares en menos de una semana. Chen Ming se sintió tan feliz, "Será perfecto si todos mis clientes son ricos".

Zhou Nan no estaba contento, "Será mejor si Impermanencia Blanca es uno de tus clientes ..." Todavía se sentía mal por el hecho de que Chen Ming ya no podía ganar méritos, y también estaba consumiendo la vida de Chen Ming.  Con el paso del tiempo, su culpa solo aumentó.

"Hmm, aprenderá la lección si no viene a verme. Solo espera a que venga y me suplique". Chen Ming estaba decidido a no buscar la Impermanencia Blanca. Al menos tenía que conseguir la ficha del Soldado del Infierno antes de considerar si comprometerse o no.

Zhou Nan dejó de hablar, sólo suspiró y pareció triste.

Chen Ming se puso en cuclillas, sostuvo la cara de Zhou Nan, frotó su pulgar contra la esquina de la boca de Zhou Nan y lo levantó, "No estés triste, te ves más guapo cuando sonríes".

"Yo ..." Zhou Nan no sonrió y sus ojos estaban un poco rojos.

"Si no me queda mucho tiempo y aún tengo que verte llorar y llorar todos los días, ¿no sería peor?" Chen Ming consoló a Zhou Nan: "Lo hecho, hecho está. Ahora solo podemos dar un paso a la vez. Tu novio siempre es un tipo afortunado. Definitivamente encontraremos una salida".

Zhou Nan sonrió mientras aún se veía triste, "Entonces bésame y no estaré triste".

Justo cuando Chen Ming quiso hacerlo, el gato soltero tiró del lavabo.

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