AMANTE FANTASMA

Capitulo 59. Una Ruptura De Una Vez Por Todas

Bola de Carbón estaba tomando el sol y estirado en el alféizar de la ventana. Su cabello negro se calentó a la luz del sol.

La habitación estaba demasiado silenciosa sin el sonido de Bola de Carbón. Entonces Zhou Nan también escuchó esas cuatro palabras. Miró a Chen Ming con gran sorpresa. Sus ojos se abrieron y no podía creer que Chen Ming fuera ese tipo de persona.

Para ser honesto, no solo Zhou Nan, sino el propio Chen Ming no lo creyeron.

"Oye, oye, espera un minuto. No te atrevas a culparme a mí".  Agarró unos pañuelos de papel y limpió el suelo antes de que la leche se secara mientras no dejaba de hablar, "Sabes muy bien lo lejos que llegamos cuando estábamos juntos".

Zhou Nan estaba atónito.  Aunque estas palabras parecían salir de la boca de un playboy, de alguna manera sintió que Chen Ming estaba diciendo la verdad.

De hecho, incluso durante los años de rebelión, Chen Ming nunca fue muy lejos. En los dos años con Bai Yiyi, solo se besaron unas pocas veces y no hicieron nada más.

Como si estuviera tratando de demostrarle algo a Zhou Nan, Chen Ming abrió deliberadamente el altavoz: "No lo hicimos. No seas ridícula".

"Sé que no lo hicimos, Chen Ming, eso no es lo que quise decir". Bai Yiyi estaba un poco ansiosa y habló más rápido: "Lo sé, no es tuyo".

Chen Ming sintió el impulso de arrastrarse por la línea telefónica, agarrar su cuello y golpearla, "¿Por qué me llamas si no es mío? ¿Estás bromeando conmigo?"

Bai Yiyi estaba completamente nerviosa y suplicó: "No te enojes. Yo ... estoy en problemas ahora mismo. Solo quiero que me ayudes".

¿Dónde estaba ella antes?  ¿Volver con su ex solo después de meterse en problemas?

Chen Ming quería jurar. Solo tenía que contenerse cuando hablaba con una chica, así que respiró hondo y dijo irónicamente en lugar de jurar: "¿Ayudarte? ¿Ayudarte o ayudar al anciano a limpiar el desorden?"

Bai Yiyi conocía bien el temperamento de su ex novio.  Entonces ella sabía que él estaba enojado en ese momento. Ella admitió sus errores de inmediato, "Lo siento, lo siento. Sé que todo fue mi culpa, pero yo ... por favor, escúchame y ayúdame".

Ella era tan humilde y no sonaba en lo más mínimo como la mujer arrogante que dijo que Chen Ming era pobre y lo abofeteó en el patio de recreo.

"Cuelga el teléfono y no la ayudes". Zhou Nan seguía pensando para sí mismo, pero finalmente no los dijo. Cuanto más soportaba, más triste se sentía.

Chen Ming de repente miró a Zhou Nan, vio todas sus expresiones faciales y notó cómo se sentía.

Sabiendo que no había posibilidad de esconderse, Zhou Nan simplemente dijo: "Creo que deberías colgar".

Al mismo tiempo, como si tuviera miedo de perder la oportunidad, Bai Yiyi rápidamente comenzó a contar su historia: "Estaba embarazada y el bebé ya fue abortado, pero ..."

Era como ese conjunto de diálogos en los dramas.  Probablemente iba a decir que quería empezar de nuevo y recuperar la relación, lo que sonaba realmente aburrido.

"No te molestes." Chen Ming la interrumpió y dijo sin piedad: "No soy una persona generosa. Y no soy un buen tipo. No puedo ser como un aire acondicionado central o una llanta de repuesto. Desde que nos separamos, simplemente rompimos por completo ." Después de decir eso, se acercó para colgar el teléfono.

Su dedo ya presionó el botón para finalizar la llamada, y en el momento en que estaba a punto de levantar el dedo, Bai Yiyi rápidamente gritó: "El bebé afligido. Estoy enredada por el bebé afligido ..."

Después de escuchar esas dos palabras, Chen Ming se sorprendió y sus manos también temblaron. Así que de alguna manera terminó la llamada y luego el llanto se detuvo.

Él y Zhou Nan se miraron durante varios segundos antes de preguntar: "¿Escuché esto bien?"

Obviamente, sí.

En ese momento, ambos pensaron en lo último que necesitaban para tomar prestado el cadáver para recuperar el alma… las lágrimas de un bebé afligido. ¿Se esforzaron mucho en buscar las lágrimas y ahora las lágrimas estaban al alcance de la mano?

"¿Debería devolverle la llamada?" Chen Ming pidió la opinión de Zhou Nan.

"No, creo que volverá a llamar." Efectivamente, Zhou Nan tenía razón: volvió a llamar muy pronto.

Chen Ming esperó tres segundos antes de responder la llamada, pero no dijo nada y solo esperó a que Bai Yiyi hablara primero.

"¡Bebé afligido, realmente está afligido el bebé!" La mujer del otro lado gritó sin parar: "Nadie confía en mí, pero tú confías en mí, ¿verdad? ¿Chen Ming? Sé que has hecho algunas cosas extrañas. ¡Puedes ayudarme! Por favor ..."

Chen Ming no quería decir nada agradable, así que simplemente ordenó fría y brevemente: "Dime exactamente lo que pasó".

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