Werewolf in Hogwarts

Habilidades

Sentí que alguien me susurraba al oído, pero aún no estaba consciente, seguía profundamente dormida, lo único que escuché fue la puerta cerrarse y mis fosas nasales percibieron un perfume conocido e inconfundible, ahí desperté.

—Draco. —Susurré.

No obtuve respuesta, así que volví a dormir.

Estaba demasiado cansada por los días anteriores, muchas emociones, drama, todo se acumuló.

—Abby. Corazón. Despierta. —Dijo acariciando mi cabello.

No tenía fuerza para abrir mis ojos, es como si tuviera pegamento en ellos.

Por más que luchara, no iban a abrirse fácilmente.

—Hmm... 5 minutos más. —Suspiré.

Intenté volver a dormir, pero esa voz era demasiado insistente.

El frío comenzó a apoderarse de mi cuerpo, recorriendo mis huesos ocasionando escalofríos en mi columna vertebral, pero abruptamente sentí calor apoderarse de mí, seguido de eso una percibí una sensación extraña y fuerte la cual trataba de tomar poder sobre mí.

Comencé a perder el control sobre mi persona, sintiendo cómo alguien quería tomar poder de mi actuar, sentir y pensar. Fue un sentir horrible e inexplicable.

—Auuu. —Solté de forma involuntaria, vi a Tonks frente a mí un poco asustada.

—Corazón, tranquila. No dejes que tus instintos ganen, respira.

No podía concentrarme en su voz, algo me impedía escucharla y la percepción del espacio se sentía diferente como si ya no me encontrara en mi habitación.

—Es hora Lucius, está conociendo sus habilidades. La quiero aquí con nosotros, también a su hermano Teddy, juntos son más fuertes.

—Sí, mi señor.

—Dile a Draco que la traiga lo antes posible.

Después de eso, regresé a mi habitación, todo era demasiado extraño. No entendía nada, absolutamente nada.

—Abby, por favor. Tienes que ser fuerte, puedes con esto y más, solo... Concéntrate en mi voz. —Expresó entre lágrimas.

Finalmente, pude controlarme mientras, Tonks me tranquilizaba, ella acariciaba mi cabello y me abrazaba haciendo que sintiera paz.

—Mamá, yo... L-l-lo-... —Se me dificultaba hablar, estaba en un mar de lágrimas y en estado de shock por aquella situación inexplicable.

—Todo estará bien, corazón, confía en mí. Tu padre y yo vamos a ayudarte, tranquilízate. —Acarició suavemente mi espalda.

Lupin entró de golpe en la habitación.

—¿Estás bien, cariño? —Dijo con preocupación.

Tonks me soltó poco a poco y miró a Lupin seriamente.

—Lo sabe, es hora, amor.

Al escuchar esas palabras, Lupin comenzó a palidecer, me miró un momento a los ojos y luego dirigió su mirada de vuelta hacia Tonks.

—Sus ojos están... —Tonks lo interrumpió. —Sí, amor.

No entendía a qué se referían con exactitud, pero no pregunté nada, ya que me sentía aturdida por la situación.

Hubo un silencio incómodo dónde ambos me veían para analizar la situación, pero seamos realistas ni yo comprendía lo que había pasado. 

Todo fue muy repentino y extraño, me quedé un par de segundos pensando acerca de lo que había escuchado cuando no tenía control sobre mi cuerpo, en ''Dile a Draco que la traiga lo antes posible''.