Werewolf in Hogwarts

Insomnio

—Crucio.

Se escucharon gritos de dolor provenientes de una voz masculina, la cual se me hizo muy familiar.

—Ella ya conoce el potencial de sus habilidades, ¿verdad?

No hubo respuesta de parte de aquel joven, por lo que volvieron a torturarlo con el maleficio cruciatus.

Se escucharon unas risas de satisfacción al ver cómo él sufría y se retorcía del dolor.

—Es tan divertido ver cómo te retuerces y la forma en la que gritas, pero mi paciencia se agota. Necesito respuestas, entonces, ¿tu pequeña hermanita ya tiene control de sus habilidades?

Era Teddy, los mortífagos lo tenían encerrado en un lugar horrible que carecía de luz mientras lo torturaban vilmente con la maldición cruciatus en repetidas ocasiones.

Le hice señas para que volteara a verme, pero al parecer él no podía hacerlo.

Era como si fuera invisible para él.

No podía hacer nada para ayudarlo.

Vagaba por ese horrible y fétido lugar como alma en pena, pensando en qué hacer para ayudar a Teddy e intentando hacer un par de hechizos de curación sobre su cuerpo, pero todo lo que intentaba era inútil. 

Nada funcionaba y eso solo me frustraba.

—No te diré nada. —Soltó en un débil susurro.

Teddy apenas puede moverse y de su frente escurren un par de gotas de sangre. Lo tenían encadenado de ambos brazos y cada uno de ellos tenía un par de rasguños, además de que estaban rojos debido a la presión que ejercían esas cadenas sobre su piel y su mirada se encontraba clavada en el suelo.

Se miraba tan vulnerable y roto.

Estaba en cuclillas totalmente inmóvil y débil.

Sentí tanta impotencia de verlo así y no poder ayudarlo.

Experimenté el sentir de varias emociones al verlo así, tan destruido y frágil.

Finalmente, al ver a la persona que se encontraba justo frente a él y quien le apuntaba con su varita, hizo que me hirviera la sangre.

Se trataba del mismísimo Lucius Malfoy.

Aquel platinado volvió a torturar a Teddy con ese brutal maleficio mientras reía de satisfacción al ver cómo mi hermano volvía a gritar de dolor con el poco aliento que le quedaba y a pesar de ello, sus gritos eran fuertes y eso provocaba que se escucharan risas en aquel lugar.

—Agradece que vine en lugar del señor Tenebroso porque él no es tan paciente como yo. —Lo miró despectivamente con una sonrisa burlona en su rostro. —Más te vale que empieces a hablar ahora antes de que él vuelva, si no lo haces realmente lo lamentarás.

Lucius volvió a lanzar el maleficio una vez más y reía mientras Teddy gritaba más y más fuerte, de su rostro cayeron un par de lágrimas y entre aquella oscuridad de ese feo y pútrido lugar pude detectar otras voces aparte de las de Teddy y Lucius.

Se trataba de un grupo de mortífagos que acompañaron a Lucius a ese lugar para torturar a Teddy, por su complexión física era evidente que todos eran hombres.

—Me das lástima, pensé que lo que había escuchado sobre ti era verdad, pero ahora veo que solo eran estúpidos rumores. Eres tan débil. —Lucius soltó una risa llena de maldad mientras una gran sonrisa se pintaba en su rostro. —No te preocupes, mi querido Teddy, pronto dejarás de sufrir.