Triste Sonrisa | MPreg [YiZhan]

volvamos a sonreír

Durante las siguientes semanas, el mal rato que provocó Guan Hong, comenzó a ser olvidado.

Yibo asistía a terapias y también llevaba a Mao Kuan con un pedagogo para que tratase con él.

Ambos fueron recuperándose de poco en poco.

El pequeño Wang, hablaba por teléfono con Xiao Zhan dos veces a la semana. Aún no le decía dónde estaba pero por lo que el niño había captado, era que aquel sitio no tenía permitido mucho contacto con el exterior.

Esto le ponía triste, pero no podía hacer nada más que esperar a que su papá Zhan regresara.

Wang Yibo, mientras tanto, llevaba mucho tiempo sin hablar con su ex. Lo poco que sabía era por el pequeño Mao Kuan.

Después, el primero de febrero llegó.

Esta fecha seguía doliéndole a Yibo. Seguía estando marcada en su calendario y le dolía más ahora que sabía los sentimientos de Xiao Zhan.

Aquel día, después de dormir a Mao Kuan, sacó su caja secreta y cogió de ahí el boli y las cartas unidas.

Se sentó en la pequeña mesa en su balcón y comenzó a escribir.

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Querido tú...

No quiero enumerar esta carta y te explicaré por qué después.
Tampoco quiero decirte cuántos años han pasado, porque creo que ya lo sabes, ¿No?

No vengo hoy para decir lo mucho que aún te pienso, ni tampoco las ganas que tengo de irte a buscar a dónde quiera que estés.

Hoy vengo para despedirme de este recuerdo que tengo.

Tienes razón, también tengo que soltar el pasado.

Fueron malos los últimos años atados a tu recuerdo. Fueron malos los últimos días que estuviste por aquí. Últimamente me ha llegado la razón del bebé que perdiste. Nuestro bebé. Un pedacito de nosotros.

Y, aunque me has dicho que no ha sido mi culpa, siento que le debo una disculpa a ese pequeño ángel que tenemos.

Hace unos días, visité a Yi Xuan y Sung Joo, su bebé es hermosa. Mao Kuan quedó enamorado de ella.

Vale, que la cosa es que, cuando Mao Kuan se quedó dormido, el sentimental de Sung Joo nos ha puesto una peli española, seguramente le conoces, se llama Tengo Ganas de Ti. En esta filmación, una tía que ha perdido a su novio le escribe en un pedazo de papel unas palabras y después las quema y deja que el viento se las lleve. Sólo así ella fue capaz de continuar con su vida.

Al principio creí que era algo estúpido. ¿Cómo me vería yo, quemando cartas y lanzando las cenizas al viento? Me vería como un completo imbécil.

Pero después he decidido hacerlo.
Si no funciona, me veré en la necesidad de volver a escribirte (cruza los dedos para que eso no pase, por favor)

Así que, mi querido tú... Ésta es la última carta. Espero que pronto puedas recuperarte. Por favor, cuídate y sé feliz (de verdad).

Y a ti... Mi pequeño angelito, perdón por no conocerte a tiempo y gracias por haberle dado un poco de alegría a Xiao Zhan.

Hasta siempre.

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Al terminar de escribir, se acercó hacia el barandal y colocó encima una vela que había cogido de la cocina.