Triste Sonrisa | MPreg [YiZhan]

quiero actuar correctamente

Song Nanxi tocó el timbre del departamento de Xiao Zhan y segundos después, la puerta se abrió.

Se adentró con Jiacheng detrás de ella y enseguida, ambos se encontraron a Xiao caminando por el salón.

—¿Las consiguieron? —les preguntó en cuanto ellos hubieron tomado asiento.

—No.

—Nan Nan...

—¡Nan Nan tus cojones! —rugió ella —Xiao Zhan, ¿sabes cuánto deseo que quedes embarazado? Eso te haría poner los pies en la tierra.

—Nan Nan... No comprendes...

—Claro que lo hago, cielo. Pero, según sé, Hong Hong quiere un hijo, no tomes ya pastillas y cría a un hijo de una puta vez.

—Esque no es de Guan Hong —sentenció Zhan.

Tanto Nanxi como Jiacheng, abrieron los ojos de asombro.

—No digas que... —Zhan asintió.

—El viernes no me quedé en ningún motel. Me quedé en el departamento de Yibo y... y nos enrollamos. Dos veces.

Con furia, Nanxi dejó su bolso sobre las piernas de su novio, se paró furiosa y comenzó a perseguir a Xiao Zhan por todo el salón.

En una ocasión, logró tomarle por el cuello de la polera y alcanzó a realizar unos cuantos arañazos antes de que Zhan se apartara.

—¡Eres... Un gilipollas! ¡CABRÓN! ¡HIJO DE PUTA! —lanzó cualquier cosa que encontrara a su paso, hasta que Zhan se escondió dentro del baño.

Eso no fue un impedimento para Nanxi de seguir sacando su furia. Comenzó a golpear la puerta sin dejar de gritarle cosas a Xiao Zhan.

—¡La estás cagando de nuevo! ¡Cabrón! ¡Sal de ahí, marica!

—Nancy... Déjale hablar...

—¡Hablar mis cojones! ¡Este cabrón cree que puede llegar a la vida de su ex y enrollarse con él cómo si nada! ¡Y encima saliendo con otro! —hizo una pausa y después volvió a golpear la puerta —¡Abre la puerta, puto, cabrón!

Jiacheng intentó, inútilmente, apartarla y hacer que se tranquilizara, pero en cambio recibió un tremendo rasguño en el cuello.

—¡Nancy! ¡Menos mal que tú eres mi novia! ¡Mira lo que me has hecho!

—¡Te lo merecías también!

—¿Yo por qué?

—¡P-porque sí! —en realidad fue una forma de sacar su ira.

—¿Tía Nan Nan? —habló de pronto Mao Kuan, interrumpiendo a la pareja.

El cabreo de Nanxi bajó en automático y se giró a mirar al menor, que llevaba sus cabellos alborotados y lagañas secas en las pestañas.

—¿Y mi papá Zhan?

—¡Aquí dentro! —gritó el mencionado desde el interior del baño —A-Kuan, ¿Puedes llevarte a Nan Nan de aquí? ¡Quiere golpearme!

El menor se rio y abrazó a la pierna de Song Nanxi y con una carita tierna dijo:

—Tía Nan Nan, po favo no hagas nada a mi papi Zhan, po'que no quero quedame sin él —decía entre risas disfrazadas de llantos.

—Está bien, cielo. Por ti, HOY no le haré nada, ¿Vale? —dijo remarcando la palabra "hoy" para que Xiao Zhan la escuchara desde su lugar.

El menor asintió y se alejó de ahí, con Nanxi de la mano de regreso a la habitación para vestir al niño.