Pero lo que yo sentía era diferente

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Aunque hay veces que sientes que lo has logrado todo, también hay momentos en los que ves cómo tu vida se está estancando.

Así se sentía Xiao Zhan.

A las pocas semanas de haberse comprometido con Wang Yibo, recibió una llamada de emergencia por parte de la mamá de éste. El pequeño Mao Kuan había sido llevado a urgencias.

—Señora Wang, ¿qué pasa? —preguntó en cuanto llegó al hospital público de Luoyang.

—A-Zhan... perdóname A-Zhan —lloriqueó la mujer —me distraje un momento y dejé que Maomao jugara por el jardín... no vi cuando empezó a morder las plantas... él.. él...

Antes de qué le pudiera decir si su hijo había muerto intoxicado, el doctor que atendió al pequeño, apareció en la sala de espera, con buenas noticias.

—El pequeño Wang se recuperará pronto. Afortunadamente la planta que se llevó a la boca no la masticó por completo y la nervadura no se conservó mucho tiempo en su boca. Podrá ser dado de alta el día de mañana.

—¿Podemos entrar a verlo? —preguntó la señora Wang.

—Claro que sí, seguidme —caminaron hasta el área de pediatría y entre las camillas estaba el pequeño Mao Kuan con una pijama a rayas.

—¡Pá an! —gritó al ver a su padre y enseguida estiró sus bracitos.

—A-Kuan... cielo, ¿estás bien?

Al menor no le dio tiempo responder, porque enseguida su abuela Wang se soltó a llorar.

—Maomao... perdón amor... perdón... A-Zhan, discúlpame también...

—Señora Wang... no haga esto, no fue su culpa, por favor, pare de llorar —trató de consolar a su suegra hasta lograrlo, sólo así, volvió a hablar —señora Wang... debo llamar a Yibo, debe saber lo que pasó.

Tanto a la señora Wang como al mismo Xiao Zhan, les aterraba mucho darle aquella noticia a Yibo, quien era seguro que se enojaría mucho con su madre por el pequeño descuido.

—Yibo ya viene en camino, señora Wang, vaya a descansar, ¿Sí? Le diré al señor Yong que la lleve.

La insistencia de Wang Lin por quedarse era la misma de Xiao Zhan porque se fuera.

Era mejor si Yibo no veía a su madre en ese momento.

—Por favor, avísame todo acerca del estado de Mao Kuan. Y perdón A-Zhan.

—Así lo haré. Con cuidado —la señora Wang subió a la parte trasera del auto y antes de que el señor Yong hubiera encendido el coche, Zhan se lo impidió —señora Wang, por favor, ni un comentario de esto a mis padres, ¿De acuerdo?

Con un asentimiento de tristeza, Wang Lin acepto y finalmente, el señor Yong puso en marcha el auto.

Zhan suspiró mientras los veía alejarse. Ya podía darse una idea de lo que vendría a continuación, una vez que Yibo llegara.

Media hora más tarde, el taxi que había cogido Yibo frenaba frente al hospital, dejando que este saliera corriendo hacia el pasillo donde se encontraba Zhan y su hijo.

—Conejito —le dijo a Mao Kuan en cuanto estuvo frente a él —¿Estás bien, cielo? —el menor respondió con un "ii", regalandole a su padre una sonrisa alegre y mostrando sus pequeños dientes de leche.

Xiao Zhan le explicó lo que había sucedido y antes de que Yibo pudiera decir algo, le rogó que no se enojara con ella.

—Zhan... Su distracción pudo causarle la muerte a nuestro hijo —susurró intentando no sonar tan enojado frente a Mao Kuan.

Triste Sonrisa | MPreg [YiZhan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora