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Posteriormente de aquel acontecimiento el entorno entre los mocerío alcanzó a manifestar de una manera desagradable.
-Joel-masculla el de cuerpo delgado atajando el paso de su preclaro sirviente desconcertandolo
-Perdón, joven Erick, tengo que ayudar al sector cocina-dice la coartada debilitando su vista que se dirigía al suelo sin el apetecer de enmendar sus hechos
-Por favor, no quiero estar así contigo-implora el porvenir heredero de los Colón cerrando con seguro la puerta apartando al mancebo de altura prominente
-Lo lamento-el tono desanimado retumba en la sigilosa habitación ocasionando que el de estatura baja cruze sus delgados brazos implicando a juntarlos uno sobre el otro intimidandolo
-¿Soy yo quien te gusta?-interroga acongojado por la presencia de algún individuo conocido que se digne aproximarse
-Como dice, joven Erick...de verdad lamento lo que pasó-sonríe nervioso al presenciar la cercanía de su amo que aprieta sus mejillas sin fuerza para que solo lo divise a él-¿que hace?-pregunta sin más aumentando su nerviosismo pretendiendo desviarse
-Shhh-musita auscultando los ojos marrones de su empleado apreciando el brillo foveal que desprendían entre ellos ocasionando cosquilleos en su abdomen-en un momento te dije que tus ojos no me engañaban, pasaron días del suceso y no dejas de pedir perdón, joey
-Se que eso no funcionaría, a usted no le gusto y se va a casar tal vez en cinco años, sus padres lo matarían si andara con una persona de baja posición, como le pasó al hermano de su bisabuelo, joven Erick-el chico de cuerpo delgado situa su dedo entre los labios carnosos del arreglado sirviente elevando su labio superior en forma de arco dandole una sonrisa comisural
-También me gustas-las breves dicciones del ojiverde da origen que el corazón del chico de estatura alta incremente la frecuencia cardiaca-por eso, te dije muchas cosas que nunca prestaste atención, eres tan despistado, joey
El favorable mutismo se establece en el espacioso cuarto del joven de cabello azabache que con solo simples miradas enlazarse entre los dos muchachos anhelaban el probarse mutuamente turbando sus interiores.
Se ubicaban a escasos centímetros refregando sus respiraciones combinandolas entre sí, con el afán de amalgamar sus labios encendiendo la lujuria de sus adentros.
-Joven Erick, está mal hacer esto-asegura el de uniforme grisáceo deseando el roce de aquellos labios de color rosado atemorizado por lo que podría pasar en un futuro aproximado
El de cabello azabache alza los hombros sin la minúscula importancia sujetando la camisa que solo recibían los trabajadores del hogar acercando sus rostros soltando pequeñas sonrisas de complices entre los dos.
Por fin, sus labios tocaron con suavidad soltando diminutos suspiros por lo exquisitos que se encontraba, las grandes manos del joven de pelo ondulado pasaban por el cuerpo de su amo sin tener la menor idea de que más realizar pues aquel momento era su segundo beso y se encontraba perdido.
Acelera en seguir los movimientos disfrutando del ósculo, como si se encontraran en el último santiamén de sus vidas, su corazón estaba pretendiendo salirse de su pecho inquieto en querer corresponder a acorde a la manera de la persona que amaba volviendose loco por el tacto.
El mayor se acelera en seguir los pasos disfrutando el beso, como si fuera el último, su corazón estaba queriendo brotar de su pecho inquieto por pretender corresponder de acorde a la manera de la persona que ama.
Sus labios se desunen atemorizados por ser descubiertos, percatandose de la soledad de las cuatro paredes que los escondían de los individuos que se localizaban en el exterior.
-Sus labios están hinchados-el chico ojimarrón se intimida desasosiego observando de cerca los coloridos labios atónito
-Es normal-ostenta un sonido particular cediendo a una risa genuina limpiando con su pulgar algún rastro de saliva-Joey...esto me preocupa
El pecho del joven de ojos de color obtiene molestia por la tensión al percatarse de las grotescas palabras que saldrían de sus progenitores e familia al enterarse de aquella relación que estaba floreciendo.
Las delgadas piernas del muchacho de extensa fortuna tiemblan por determinados instantes causados por pasajeras suposiciones de las conductas desagradables de sus padres contra Joel o como reaccionarían con su descendiente.
Deja un diminuto beso en los labios del chico de cabello revoltoso perdurando su desasosiego por encubrir su relación que se concebía de apoco.
La puerta de madera con diseños en ella es tocada por reducidos minutos , alarmando a los tortolos, el heredero de los Colón apunta la parva puerta que introducía al baño aferrandose a un libro como si se topaba undido en la lectura.
Retira el seguro de la puerta cuando el cuerpo de su acompañante es escondido, girando la manija encontrando una silueta femenina de la área de gastronomía extendiendo su sonrisa apenada.
-Joven Erick, ¿se encuentra acá, Joel?-cuestiona la criada del hogar inclinando su cabeza produciendo gestos con sus labios inquieta
-No...se fue hace rato, tal vez está en el patio o el campo-contesta jugueteando con sus largos dedos eliminando los nervios que sentía al mentir
La mujer de aspecto arreglada agradece su respuesta inclinandose a su delante como despedida dando pasos a los lugares designados por el retoño de sus patrones buscando al sirviente que no obtenían ningún rastro de él hasta ahora.
Los reducidos chillidos del joven riquillo hacen que el de altura alta se retire del cuarto sin alzar recelo de los más sirvientes despidiendose.
Actualmente se hallaba raro el conservar sus miradas juntas, se encontraba ordenando sus libros de tapadura dura que terminaba de leer para posteriormente recostar su cuerpo entre su colchón blando evaluando el techo de un color blanquecino como si fuera cautivador.
-Joel Pimentel, que lío nos metimos-las suaves palmas de sus manos decae a su rostro restregandolas frustrado apretando sus ojos mascullando con tranquilidad la oración
El tiempo se hacía corto y sabía que su prometido se aproximaría en reducidos minutos para invitarlo a una cena con la genealogía De Jesus como la presentación de su hado matrimonio forzado entre el beneficio de los ahora socios.
¿Que tenía con Joel? lanza una pregunta su subconsciente undiendolo entre las abundantes respuestas que daría suavizando el apretón de sus ojos suavizandolo para alcanzar la serenidad.
El delgado muchacho sentía su cuerpo reaccionar alocadamente queriendo la necesidad de volver conectar sus labios con el de cabello ondulado, anhelando su regresión.
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