El sonido de la alarma del celular resuena en la habitación del millonario despertandolo; sus manos soban sus ojos bostezando con libertad para continuación agarrar su teléfono apretando la opción de cancelar el despreciable ruido extirando sus extremidades.
Aunque su día comenzaba de malas al tener de recordatorio que su egocéntrica prima llegaría a su hogar para seguramente coquetear alocadamente a cada sirviente solo porque le parecía "divertido".
Y es que cuando su edad era mínima entre los dos siempre era lo mismo, la muchacha de vestimentas gravosas pasaba todo el día hablando de si misma como si fuera interesante en pocas palabras; adoraba ser el centro de atención.
Admitía lo atractiva que es, era absolutamente grotesco que cualquier chico no se enamorada perdidamente de la ojiazul; sus pecas son como chispitas en su piel algo pálida resaltando su rostro.
Tenía temor que entre coqueteos excesivos su límite finalizara retirando sus garras para minutos después arrojarla a patadas alzando su voz vociferando que nunca en su existencia pise la puerta de su vivienda.
Pero es completamente imposible al ser la preferida de su respectiva madre e padre, su solución cuando llegaba era tan solo el ocultarse en su cuarto bajo llave creando un refugio de primeras necesidades hasta que su vida cambió llegando su Joey, decidiendo el no dejarlo sin protección parando su plan.
-Joven Erick, el desayuno-los nudillos del chico de cabello marrón chocan en la puerta soltando un sonido sacando al azabache de sus pensamientos formando una sonrisa corriendo con prisa abriendo para presenciar a su pareja
-Pasa, muero de hambre-intenta ayudarlo pero ya lo estaba dejando en un sitio plano-¿Como amaneciste, Joey?-cuestiona dejandolo pasar observando los alimentos seleccionados por los cocineros
-Muy bien, ya esperaba con ansias verlo-el de estatura baja pone pestillo a la puerta sin dejar que la abran brincando a los brazos de su amado plantando sus labios en todo su rostro riendo por la reacción
-Empezamos el día muy formal-aparece una mueca en sus labios sujetandose más al cuerpo del sirviente hundiendo su dedo en su mejilla distraído-ya estaba suplicando que llegues para desayunar
El de cuerpo delgado es depositado en la cama dejandole un casto beso en sus rosáceos labios separandose en minutos para luego tomar asiento dejando la bandeja de plata en el medio compartiendo los alimentos.
-Joey...¿ya llegó?-su pregunta es señalada para su prima haciendo un gesto de disgusto agarrando la cuchara incrustandola en el esponjoso pedazo de queque degustando el sabor de vainilla que permanecía en su paladar
-Todavía no, pero sabes que no te tienes que sentir así por la señorita Rafaela-el de rostro agraciado entre abre sus labios volviendo hacer el mismo procedimiento dandole el postre a su amante
-No se como la soportas, ella es una presumida-sus ojos rodean apretando el vaso de cristal dando un largo trago al jugo natural de sabor a naranja-ni siquiera sabe otro tema más que su vida
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𝑪𝒖𝒆𝒏𝒕𝒐 ¦¦ ᴊᴏᴇʀɪᴄᴋ ¦¦
Fanfic"𝑬𝒓𝒊𝒄𝒌 𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒂 𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔 𝒂 𝒔𝒖 𝒉𝒊𝒋𝒂 𝒄𝒂𝒅𝒂 𝒅í𝒂 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒅𝒖𝒆𝒓𝒎𝒂, 𝒑𝒆𝒓𝒐 𝒆𝒏𝒕𝒓𝒆 𝒆𝒔𝒐𝒔 𝒄𝒖𝒆𝒏𝒕𝒐𝒔 𝒆𝒔𝒕á 𝒖𝒏𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒂𝒔 𝒑𝒆𝒓𝒔𝒐𝒏𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒂𝒄𝒂𝒃𝒂 𝒔𝒖𝒔𝒑𝒊𝒓𝒐𝒔 𝒅𝒆 𝒔𝒖𝒔 𝒍𝒂𝒃𝒊𝒐...