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-No tengo mucho tiempo, Javier-las manos delgadas del adulto empresario hacen que su cuerpo se incline ayudandose a levantarse de su asiento-necesito encontrarlo, ¿no hay un indicio de él?

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-No tengo mucho tiempo, Javier-las manos delgadas del adulto empresario hacen que su cuerpo se incline ayudandose a levantarse de su asiento-necesito encontrarlo, ¿no hay un indicio de él?

-No joven Erick, desde que fue retirado de su hogar no se supo más de la existencia de Joel, en mis últimos días en la mansión de los Colón nunca se nombró-el hombre de cabellera blanquecina por las canas que se desplazaban ocultando su cabello natural da un sorbo de su té con masedumbre

-Pasé meses buscandolo, fuí hasta su casa-el suspiro agotado brota de los labios del más joven retornando sus recuerdos del desteñido hogar que salía la madre de su amado saludandolo con amabilidad-me dijo que no volvió a dar algún comunicado de su paradero, me siento tan idiota de simplemente desaparesca sin un rastro

-Joven Erick, si...¿Joel Pimentel falleció?-la interrogación causa un escalofríos por la piel del presidente descontrolando el poder en sus piernas sintiendolas débiles-¡Joven Erick! Tome asiento por favor-el de barba alargada sostiene el delgado cuerpo colocandolo en la silla giratoria de cuero

-No vuelva a nombrar una palabra así, Javier-recrimina al nombrado colocando su dedo en el intercomunicador entrelazado a su secretaria-¿Far puedes traerme una pastilla para el dolor de cabeza con un vaso de agua, por favor?

La dama acepta corriendo entre los pasillos en busca del pedido con apuro para más adelante presentarse en la puerta de presidencia con una sonrisa dejando todo en buen estado comunicandole que se hallaría en su escritorio acomodando la agenda.

-Lo lamento, no pensé que con mis palabras se sentiría mal-su cabeza se agacha con la culpa entre sus hombros apenado-voy a seguir buscando, se lo prometo aunque mi vejez no me ayude tanto

-Tranquilo Javi, yo me encargo de todo, tan solo usted descanse, no es su culpa-la pastilla se deposita en el palada del piel bronceada tomando el agua con ligereza para que no se desprenda el mal sabor siendo esta tragada-no debería abusar de querer ayudarme

El de ropas algo miserables agarra con delizadeza el portaretrato acariciando con una sonrisa diminuta; sus ojos visualizan a la pequeña de coletas recargado en el azabache abrazandolo con su peluche en su otra manito.

-¿Ella es su hija, joven Erick?, me hace recordar tanto a usted, sus ojos tienen ese brillo distintivo, es realmente preciosa; a usted siempre le gustaba jugar entre los campos y volver ensuciado de barro, su madre gritaba ya que manchaba los pisos con sus piecitos-una carcajada sale de sus labios observando los ojos de su superior

-Al final tenía que ser perseguido por Maira para que puedan bañarme, pero como era inquieto manchaba toda la casa primero; mi hija se llama Dalier-la sonrisa se extiende a más no poder levantando sus comisuras con complicidad

-¿Como mi...esposa?-Tartamudea preguntando al escuchar el hermoso nombre de la menor reteniendo las pequeñas gotas de melancolía que posiblemente se soltarían mojando sus mejillas

-Como su esposa, se que todavía le sigue doliendo su perdida Javier, esa mujer era una luchadora siempre la admiré por su capacidad de control en momentos difíciles-entrelaza sus dedos apoyandose en el escritorio

-Señor Erick, su madre pidió una cita para hablar con usted-interviene la secretaria de cabello ensortijado con sus puntas de un color claro apenada en interrumpir la agradable charla de su jefe-¿le digo que pase?

-Yo me retiro para que hable con su madre Joven Erick, me halaga saber que su hija se llame como mi difunta esposa e anhelo intercambiar palabras con usted otro día-se despide saliendo de la oficina sin más agradecido por volver a ver al pequeño heredero que cuidó en su juventud con su cónyuge

-No quiero que pase, esa mujer no es bienvenida en mi empresa, le dejé claro que no quería noticias de su presencia-las palabras con fuerza del vestido en elegancia suenan con enojo causando un arrepentimiento de la nueva secretaria

-Ella quiere hablar con urgencia, armó un escandalo afuera señor Erick, grita que quiere hablar con usted y no se rendirá-el bufido sale de los labios del divorciado tomando sus cosas con apuro saliendo para el ascensor buscando a su madre-envia los documentos al invertisionista Ricci aparte atiende la llamada del señor Jun

-¡Hijo mío!-exclama con lágrimas deslizando entre sus mejillas-deberías despedir a esa grosera, me andaba gritando que no podía pasar y casito me sacan a patadas-intenta avanzar como si corriera a refugiarse en el pecho de su primogénito siendo rechazada

-¿Que haces acá? Te dije que no quería ver tu cara nunca más, aparte no tengo que despedir a nadie porque pedí eso; que te saquen a patadas, madre-aprieta sus cejas con rabia desplazando en su ser-puedes irte si no vas a decir algo inteligente

-¡Erick! Respetame soy tu madre, yo te dí la vida, aparte tengo el derecho de por lo menos conocer a mi nieta, nos alejaste por completo, te fuiste y ahora me entero que estas divorciado e tienes una nena, no es justo lo que nos haces-la mano del ojos de color se incrustan en el brazo de su madre casi arrastrandola a la calle sin dejarla que su gusto en armar escandalos sea efectiva

-Estoy arto que siempre te hagas la pobrecita en mi empresa, para tu información ustedes no merecen nada de mi parte, ¡alejense de mi vida!, ¡no los quiero ver!, espero que ni se metan con mi hija porqué les va a ir muy mal-amenaza caminando de largo dejando a su madre en su simple actuación de tristeza llorando para llamar la atención

Los pasos se hacen más rápidos llegando a una cafetería recién instalada pidiendo un té helado dirigiendo su teléfono a su oído llamando a la nana de su pequeña con la necesidad de escucharla nuevamente normalizando su respiración.

-¿Papá? La señorita Carla dejó su celular en la sala...¿papi, a que hora vas a llegar te extraño mucho?-suena en la otra línea escuchandose la risitas de su niñita correteando por la casa manejando con torpeza el celular ajeno

-Voy muy pronto para la casa, mi amor, ¿quieres que te compre algo?-la de vestidito duda diciendo varios nombre de dulces para luego guardar silencio casi gritando que quería solo papas-Alista el maratón de películas en una hora voy para la casa, hoy la vamos a pasar juntos, dile a Carla que el pago le voy a dar en cheque que puede ir alistandose en retirarse

-Disculpe, su té helado está listo-habla el mesero agarrando servilletas colocandolas al frente del azabache acomodandolas en la pequeña mesita de madera con altura-¿Quiere algo más, joven? Tenemos variedad de postres -el menor niega despidiéndose de su primogénita colgando la llamada 

-No gracias...¿Joel?-sus ojos verdosos se agrandan con sorpresa al ver el gafete de plata incrustradas con el nombre del trabajador levantando su vista al rostro del sujeto acelerando su corazón

¿Joel?-sus ojos verdosos se agrandan con sorpresa al ver el gafete de plata incrustradas con el nombre del trabajador levantando su vista al rostro del sujeto acelerando su corazón

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𝑪𝒖𝒆𝒏𝒕𝒐 ¦¦ ᴊᴏᴇʀɪᴄᴋ ¦¦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora