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La atmósfera se torna de un azul oscuro señalando la noche plena en ella, la escasa bandada de aves pasan con cautela acompañado de esferoides iluminosos de plasma que mantiene su forma gracias a su propia gravedad.
-Me gustaría ir contigo a un lugar mejor que este-produce una leve mueca sobre sus algo delgados labios recostandose en sus dobladas rodillas admirando la espasiosa vista encima del verdoso pasto algo húmedo
-Me gusta aquí, Joven Erick-sigue dialogando mordisqueando el pedazo de tableta de chocolate apoyando su cuerpo en cierto objeto sólido evaluando lo solos que se encontraban sin algún público que los hiciera retener aquellos actos de romance
-Joel, puedes llamarme Erick-sus rosáceos labios forman un puchero enderezando su cuerpo para acto seguido enrrollarse con sus brazos como si eso deteniera el friolento viento protegiendose
Aquel muchacho de cabellera ondulada voltea observando como su pequeño tirita despojando su chompa de lana que en algún momento fue un presente de su "madre" en uno de sus cumpleaños, los vagos recuerdos inundan su cabeza de como Antana no regresaba a dormir para esconder la preparada sorpresa con cautela.
-La noche es muy friolenta en estas temporadas de invierno-musita colocando la chompa sobre los hombros del chico de cuerpo delgado depositando sus labios sobre su cabellera abrigandolo con cuidado
-Gracias Joey, es verdad realmente es muy friolenta-el menor juguetea con sus labios permaneciendo una tímida sonrisa mientras sus abultadas mejillas se coloreaban por lo apenado que se encontraba ante un acto como ese
-¿Te encuentras bien?-suelta una pregunta con una chispa de preocupación dejando a un lado el chocolate con trozos de maní incrustradas cambiando de lugar sentandose adelante del futuro esposo del boricua rozando su mejilla con sus manos de un temperatura abrasadora
-Joey, quiero conocerte más, ¿que es lo que piensas a diario? ¿que te pasó con ese señor o cuentame de tu vida antes de llegar acá?-cuestiona curioso asomando su mano sobre la del anterior esclavo llamando su atención
-Yo nací entre las calles más humildes, ayudaba a mi madre en el hogar a una temprena edad, aunque me gustaba pasarla entre las calles conociendo a niños de mi edad, pero fue un día que entre los brazos de mi madre fui jalado para servir a mi antiguo amo, ese hombre malo que hacía erizar tu piel con solo su presencia, nos dejaba sin alimentos y poco a poco las personas desaparecían...siempre me pregunté que les pasaba hasta que crecí con el cariño de Antana que entre un cerrar de ojos supe la respuesta; el tan solo deseo que quiero es ser alguien de tu posición
-¿Por qué?-la pregunta hace que el de altura alta trague en seco sonriendole como si fuera esa la respuesta a su pregunta, sabía que era imposible su deseo e algo fuera de lo común para los oídos de su compañero
-Porqué quiero ayudar muchas personas, no quiero maltratar a nadie, ni comprar personas, tan solo quiero apoyar a las personas que alguna vez fueron como yo-suspira pesadamente descendiendo su mirada tocando el cesped pensando en que tal vez siendo de la posición de su amado sería aceptado por la familia Colón-yo me rendí a ese sueño Erick, no me dieron elección para estudiar, tan solo me hudía en libros que encontraba tirados mientras limpiaba en la mansión de mi antiguo amo
