La Voluntad de Fuego

15. Decisiones y consecuencias

Sasuke Uchiha

De nuevo tenemos a Deidara atado, parecería un deja vu, excepto que lo tenemos completamente inmovilizado de pies, manos y cabeza en una antigua silla para ejecuciones, desnudo, en una bodega vacía afuera de la ciudad y con cámaras por todos los rincones.

¿Exagerados? Quizá.

¿Estúpidos? No.

Neji le pidió al capitán que fuera él quien lo interrogara, obviamente Kakashi le negó tal petición, conflicto emocional le explicó. En su lugar soy yo quien tendrá el primer turno para enfrentarme al bombardero.

Entro a la bodega, tomo la única silla que hay y me siento a horcajadas quedando en frente del rubio.

—Me enteré por ahí que perdiste a tu hermanito —dice burlón pendiente de mi reacción.

—Esas cosas suceden —mi rostro no revela nada.

—¿Qué pasa? ¿Acaso la captura de Orochimaru valía más la pena que la vida de Itachi?

—Estás muy bien informado para haber estado escondido todo este tiempo. ¿Qué fue tan importante que te hizo salir del agujero dónde estabas escondido?

—Me aburrí y salí a dar un paseo —explica sonriente.

—¿Un paseo? Hmp... justo en Konoha donde está Madara actualmente.

—Si ya saben dónde está no me necesitan para nada.

—¿Fue tanto lo que te ofreció esta vez, que decidiste arriesgar el pellejo?

—Para un artista el dinero es algo superfluo —desvió la mirada, sólo un segundo de vacilación antes de volver a su actitud relajada—Tengo frío, viejo, ¿qué tal si hablamos luego de que sean un poco más amables conmigo?

—Debe ser un trabajo lo suficientemente grande para que te arriesgaras a venir —de nuevo esa sombra en sus ojos, se remueve incómodo — O, quizá, no te dejó elección esta vez...

Su actitud cambia, intenta mover sus manos y gruñe.

—Madara se está saliendo de control —digo casualmente— Es mucho más peligroso que antes, me pregunto qué clase de amenaza te hizo —acerco una mano a mi barbilla para rascarla —¿Qué puede ser tan valioso para ti? Quizá... una parte de tu cuerpo —Deidara aprieta sus manos— ¿Me pregunto cómo podrías hacer tu arte sin todos los dedos? Mmmm... quizá una mano.

—Ustedes trabajan para el gobierno, no pueden hacer eso. Estás tratando de blofear conmigo.

—¿Ves a alguien aquí mostrando una placa? —lo observo directamente a sus ojos, quiero que lea en mi mirada la sinceridad de mis palabras y lo que le pasará si no coopera.

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Shikamaru Nara

Sasuke llega en su carro casi a las tres de la mañana, aun mi sótano está lleno de agentes.

—¿Habló? —pregunta el capitán Hatake sin rodeos al pelinegro.

—Si, Madara lo hizo venir para atacar las oficinas de la agencia federal Anbu.

Silencio. Todos tomaron aire al escuchar esa noticia. ¿Qué significa? Que la locura y ambiciones de Madara están fuera de control.

—¿Te dijo cómo era su plan? —rompe el silencio Lee— Ese es un edificio gubernamental altamente custodiado, aunque de alguna forma lograran entrar es imposible que tengan los planos.