Shikamaru
Desde que salí de peligro siento a Temari a kilómetros de distancia. Ella me ha cuidado, ha estado cada instante para mí, pero ha puesto un muro entre nosotros, es la mujer de hielo y no lo entiendo. Desde que le pedí que se case conmigo...
FLASH BACK
Tema está aún con su cara de preocupación, no la ha dejado desde que salimos del hospital hace un par de días. Hoy está tan hermosa que siento como si me dolieran los ojos de sólo verla, de pie, con un jean y una camiseta holgada con un lado caído y se me hace agua la boca de pensar en que podría hacer que el otro lado caiga también. Aunque el hotel donde estamos mientras se reconstruye su casa no es el sitio mas privado del mundo, en este momento no hay más que dos agentes luego de las puertas dobles, es la mayor privacidad a la que podemos aspirar. Me acerco como un depredador a su comida favorita, se que debo actuar lentamente hasta que mi cuerpo se recupere del todo pero estoy seguro que el sexo tiene propiedad curativas.
Levanto lentamente mi mano a su mejilla, apenas es un roce pero como siempre su piel es un imán para la mía. Temari que está sentada en uno de los sofás, leyendo un libro se sorprende por el toque pero en vez de disfrutarlo se sonroja y se aparta unos centímetros.
Temari: No deberías hacer eso
Shikamaru: ¿Hacer qué? –Subo mis hombros en fingida inocencia–
Temari: Aun no creo que estés en condiciones, hay que preguntarle a tu médico
Shikamaru: Ya lo consulté y me dijo que mientras sea despacio no hay problema
Temari: Es mejor que esperemos...
Frunce el ceño y sale sin siquiera interesarle el bulto que deja en mis pantalones.
FIN FLASH BACK
Si pedirle que se casara conmigo fue un error, luego de mi penoso intento de acercamiento el muro fue creciendo y es la hora en que no tengo ni idea de qué hice mal.
Sé que me ama, es imposible que no note sus ojos verdes sobre mí, pero me observa como quien mira un avecilla enferma. Así que he preparado una sorpresa para demostrarle quién es el hombre con el que se va a casar. Demostrarle que es mía y que nunca dejaré que el fuego que hay entre nosotros se apague. Demostrarle que la haré gemir de placer hasta el día en que pueda mantener una erección, y que luego de eso la seguiré adorando hasta el día en que me muera.
Y esa es una tarea por la que jamás sentiré fastidio.
Trago saliva mirando toda mi sala llena de velas mientras veo por enésima vez el anillo con oro blanco y amarillo que se entrelazan finalizando en un diamante que simboliza nuestra eterna unión. Y de nuevo lo guardo.
Si ella me rechaza sé que me va a doler más que la puñalada que me dieron en el pecho.
El timbre, dejé la puerta abierta para ella, así que sólo tengo que gritar que pase. Yo estoy con traje y corbata negros, y una camisa blanca. Sostengo en mi mano una copa de vino tinto y en serio me hace falta un cigarro en este momento.
Cuando ella entra está tan hermosa como siempre, sabía que la invitaba a cenar y hablar de negocios, por eso llega con un vestido serio de color dorado, cuello V de manga larga con la falda hasta sus rodillas, irregular y apretada. Me la como con los ojos desde su cabello recogido hasta cada curva marcada por la ropa. Y ella abre los suyos como platos al ver mi sala tan románticamente alumbrada y en la mitad una simple silla negra, la mesa de noche con una par de frascos, un plato cubierto, el control remoto del equipo, una venda y, por supuesto, mi cama vestida de blanco.
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La Voluntad de Fuego
Fanfic"El País del Viento quedó atrás pero el mal sigue cerniéndose sobre nosotros. Los interrogantes nos ahogan en la oscuridad y aunque todo parece complicado siempre hay una luz de esperanza. Estamos vivos y eso significa que mañana volveremos a pelea...