La Voluntad de Fuego

8. Un pasado en llamas

De nuevo me reporto

Para los que se quedaron con la duda de la frase repetida aquí les traigo la respuesta:

Del capítulo anterior:

"Sonrío con ganas ya que como siempre he pensado la fuerza de una cadena la mide su eslabón más débil y creo que por fin hallé el eslabón que buscábamos."

Capítulo 3 de JEFE ENCUBIERTO

"Con una empresa tan grande todos piensan que no sé quién trabaja para mí, pero no es así, a cada empleado le he dado el visto bueno yo, siempre he considerado que la fuerza de una cadena la mide su eslabón más débil."

Ay... mi querido Shikamaru... jajajaj

Ahora sobre este capítulo...Por sugerencia de una muy querida amiga voy a cambiar un poco mi escritura para que ya no sea estilo guión. Si me equivoco por favor discúlpenme, hago esto para que mejorar, espero no estarme equivocando.

Y ahora si vamos con el capítulo...

¡Que lo disfruten!

Sai

Amanecer junto a ella es lo mejor que me ha pasado. El problema es que cada día se me hace más difícil salir de su cama.

Siempre que Ino despierta yo ya lo he hecho hace un buen rato, así tengo la posibilidad de observarla y tratar de grabarla en mi mente. Cuando por fin abre sus preciosos ojos azules es como si saliera el sol, me ilumina el día, comienza a mover su desnudo cuerpo para desperezarse. Sin dudar la poseo de forma desesperada, a lo que ella ríe y me alcanza a contagiar su alegría. No es muy halagador para un hombre que su dama se carcajee desvergonzada mientras la posee pero ella lo hace porque es feliz, increíblemente, yo la hago feliz.

Luego me mira entristecida mientras se levanta a la ducha porque sabe que cuando salga del baño yo ya no estaré aquí así que antes de cerrar la puerta susurra:

–Sin importar lo que pase, vuelve a mí.

Yo ni parpadeo cuando desaparece e inicia la terrible verdad en la que vivo.

Cuando llego a la mansión Uchiha nadie me hace preguntas, sólo me miran entrecerrando los ojos, debo ser más cuidadoso cada día o la pondré en peligro.

El único que me interroga es Obito.

–¿De nuevo te quedas por fuera? –Levanta una ceja de su piel con cicatrices

–Mientras cumpla con mi trabajo eso no te debe importar.

Paso de largo como siempre para ir a preguntar qué trabajo hay. Su mirada fría se clava en mi espalda, a veces me pregunto qué rayos fue lo que le pasó para volverse el monstruo que es.

VEINTIDOS AÑOS ATRÁS

Obito Uchiha, 19 años

Tener 19 años y estar cursando apenas grado once, cuando la mayoría de mi edad ya están en la universidad debería ser penoso, pero no para mí y todo por ella: Grandes ojos cafés de mirada limpia, cabello castaño hasta los hombros, piel de porcelana y la más bella sonrisa que pueda existir.

Es obviamente la líder de las porristas en el colegio, no sólo por su hermosura sino porque realmente anima a todos. Un imposible para un repitente sin ninguna gracia pero era sin duda mi sueño más preciado. Creo que por eso no me importaba realmente volver ver las mismas clases que ya había tenido.