Capitulo 4

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Todos en la escuela sabían la extraña ¿amistad? que había entre Harry Styles y uno de sus alumnos. Realmente la mayoría estaba enterado de las cosas que el ojiazul era capaz de hacer con tal de subir algunas decimas o solo por pasar un buen rato con sus profesores, pero normalmente no duraba más que unos pocos días mientras que esto llevaba unas pocas semanas.

—¿Necesitas ayuda?— preguntó el omega moviendo sus pies en el aire. Estaba sentado sobre el escritorio del alfa mientras que el mayor estaba sentado en su silla con su vista en los papeles y de vez en cuando de reojo veía los gorditos y blanquecinos muslos del omega que gracias a su faldita podía ver.

Miró al menor y negó con una sonrisa ladeada, una vaga fantasía pasó por su mente con la imagen de él apoyando su cabeza rizada sobre esos muslos regordetes mientras recibía mimos en su cabello, de inmediato se golpeó mentalmente.

—¿Estas seguro?— preguntó el omega impaciente por hacer algo, cualquier cosa.

—Seguro. Puedes ir con tus amigos si quieres, de seguro te extrañan— murmuró cambiando de hoja.

El omega titubeó unos segundos para al final negar.

—Prefiero quedarme aquí— murmuró de vuelta.

Es que su omega interno estaba tan cómodo con el aroma del mayor, al igual que el rizado no podía negar que su alfa interno estaba feliz y moviendo su colita.

Inconscientemente el mayor soltó un suspiro agradecido por que el omega se quedaría con el, haciéndole compañía.

—¿Puedo dibujar por mientras?

—No es necesario que lo preguntes— rio de forma baja ante la infantil pregunta del ojiazul.

Louis tomó una hoja y se bajó de la mesa para sentarse al lado del alfa, agarró algunos lápices de colores y se dispuso a dibujar mientras tarareaba algunas canciones.

En lo que buscaba inspiración trazó líneas coloridas sin sentido, finalmente su mirada se posó sobre el dios griego a su lado.

Sonrió travieso, cómo un cachorro a punto de hacer alguna travesura, y comenzó a dibujar al alfa junto a él, ambos cuerpos hechos con palitos ya que el omega no sabia dibujar, artes no era su fuerte.

Finalmente pintó todo el fondo azul cómo si de un cielo se tratase, también puso un sol brillando en la esquina. Sonrió mientras escribía en su desordenada caligrafía "De: LouLou. Para: Hazza" al lado de cada nombre colocó un corazón.

Rio de forma infantil al ver su obra de arte finalizada, quizás no era el mejor dibujo pero había estado unos veinte minutos haciéndolo y también le puso muchísimo amor.

—Mira, al.. Harry— se corrigió rápidamente.

 El mayor levantó la mirada y sonrió con ternura ante el dibujo.

—Esta muy lindo, Louis.

El omega sonrió orgulloso de su dibujo, a sus ojitos era una linda obra de arte digna de ir a un museo para ser vista por todo mundo.

-—¿Cuándo termines podemos ir por un helado?— preguntó Louis balanceando sus piecitos en el aire.

—Claro— murmuró con una sonrisa.

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El rizado junto al omega estaban en la heladería que estaba en frente de la casa del ojiazul, ya que luego lo pasaría a dejar.

—¿Qué sabor, Lou?— preguntó mirando al omega, el cual estaba con su rostro por poco pegado al cristal de la vitrina.

—Uhm... Café— apuntó el sabor con su dedo índice.

—Okay. Entonces, me da uno de café y otro de... mora crema— pidió a la joven que los estaba atendiendo, la omega asintió y se dio la vuelta para servir los helados.

Hasta ese momento el alfa no se había percatado del apodo, ni de porque el ojiazul intentaba reprimir su linda sonrisa.

—¿Te molesta si te digo así?

El ojiazul titubeó por pura diversión al ver la cara del mayor.

—No me molesta, suena lindo en tus labios...— murmuró el omega viendo cómo las mejillas del rizado tomaban un color rojizo.

Asintió satisfecho por la respuesta, aunque avergonzado de sus dos mejillas rojizas.

Finalmente les entregaron los helados y se sentaron en una de los banquitos que habían ahí cerca.

—¿Puedo probar el tuyo?— preguntó el alfa con una pequeña sonrisa.

El omega lo miró y acercó el helado a la boca ajena para que probara un poco, solo un poco.

—Eres cómo un tomatito, te sonrojas por absolutamente todo. No es algo malo, de hecho es bastante adorable— comentó el ojiazul —¿te molesta si te digo tomatito?

Harry frunció su ceño por el bobo apodo pero al mismo tiempo sus mejillas se colorearon, el apodo cada vez tomaba más sentido para el rizado.

—Supongo que esta bien, pero que solo quede entre nosotros ¿si?

El ojiazul asintió de forma infantil y emocionado siguió comiendo su helado, haciendo algunas pausas para sacar tema de conversación.

Seduction (L.S Omegaverse) [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora