❛Príncipe❜ #2 ❝Distinto❞ [YOONMIN] [TERMINADA]

diecinueve*

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"¿Q-Qué dices?" soltó el príncipe entre balbuceos.

Tenía los ojos bien abiertos, el cuerpo inmóvil y el corazón acelerado.

"Tiene que ver con ese secreto que prometí contarte." advirtió, pasando saliva con nervios.

"Dime." demandó Seokjiin. Y Hoseok accedió, se acercó hasta su oído y susurró despacio, cada palabra erizaba los vellos del príncipe, le tensó los músculos, le detuvo el corazón.

"N-No..." Seokjin retrocedió, cumpliendo así el mayor temor de Hoseok.

"Seokjiin, no tenemos un dios en común por el cual pueda jurar, ni una tradición o un puesto, pero soy devoto a cada recuerdo contigo. He de clavar una daga en mi pecho antes de atreverme a herirte." dijo apresurado, estaba temblando, totalmente intranquilo.

Seokjiin pareció dudar antes de hablar.

"¿...Lo salvarías?" preguntó, manteniendo la distancia entre ambos.

"Sí. No voy a demorar más de un día en saber dónde está, un poco más en ir, haré trizas sus planes antes de que sepan que han sido descubiertos."

"¿Lo harías por mí?"

'Haría cualquier cosa por ti' fue lo que estuvo a punto de pronunciar, pero calló a tiempo.

"Lo haría, siempre, no importa la circunstancia, si me necesitas, te ayudaré. Si nuestros destinos se separan, vuelve a unirlos, estaré cerca de lo que ustedes llaman 'la fosa'. Siempre, por cada dios existente, Seokjin, siempre."

El príncipe se acercó, con ello, Hoseok sintió que su corazón volvía a latir. Unos delicados y suaves toques lo sorprendieron, Seokjin estaba acariciando su mejilla, un poco indeciso, pero aún así sintió que podría vivir para siempre solo con eso.

"Lo vas a salvar." afirmó en un susurro, rozando sus bocas en lo que apenas podría llamarse un beso, no por falta de deseo, si no por la timidez de su contacto.

"Lo haré, sí." respondió, guiando su mano hasta la del príncipe, cuya palma ya se encontraba totalmente apoyaba contra de su mejilla, sin llegar a presionar.

Los gruesos labios de Seokjin formaron una curva en los costados, una sonrisa pequeña se había trazado pensando en el bien que la haría a JiMin tener otra vez a su esposo, lo feliz que estaría al verlo, casi podría imaginar a la culpa saliendo como humo de su cuerpo e irse junto al viento, para no regresar.

"¡Tú lo traerás de vuelta!" lo volvió a besar, pero con más fuerza, envolviendo su cuerpo en un abrazo que casi le hace caer de espaldas, Hoseok estaba apenas un poco preocupado por el trabajo que vendría después de ese momento, y de cómo sus hombres se burlarían de él pero...

Seokjin no lo soltó, y plantó en sus labios decenas de pequeños besos ¿Había tomado su corazón únicamente con eso? Probablemente. Probablemente todo valía la pena únicamente por eso.

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Min JiMin se encontraba peor, era casi incapaz de mantenerse en pie por sí mismo, sus mejillas llenitas habían bajado, y el color morado y rojizo debajo de sus ojos no podría ser más profundo pero, extrañamente, se sentía bien, en el mismo asiento, en una reunión con los mismos temas, solo que ya sin ganas de llorar. Tal vez era por la falta de sueño o porqué estaba a punto de entrar al limbo entre la vida y la muerte.