❛Príncipe❜ #2 ❝Distinto❞ [YOONMIN] [TERMINADA]

once*

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Narrador.

Sus labios se separaron, no hubo prisa, mucho menos indiferencia, sólo silencio, un silencio abismal agravado por la falta de aire en los pulmones de Jimin, de pie, confundido por la interminable espera por respuesta ajena. Le hacía falta el oleaje y los torbellinos con dos pies mitigando sus pensamientos.
Jimin miró a Yoongi con la tenacidad de un viejo sabio y la templanza de una roca enfrentando la tormenta, arrugó la tela de las prendas frías, apoyó el peso de su cuerpo sobre la punta de sus pies.

Poco dispuesto a rendirse y con la adrenalina en la sangre, Jimin lo volvió a besar, sin movimiento o esfuerzo, piel con piel, se relajaron en una danza serena de saliva mezclada, suspiros desesperados por oxígeno, necesidad de detener el tiempo.

Hasta que Yoongi lo alejó con brusquedad.

"Jimin..." nombró, con mirada de alcón, como quien tiene control del mundo entero. Aunque era probable que ni siquiera pudiera calmar el ir frenético de su propio corazón. "No sé ser una pareja, un esposo, apenas y sé encarnar al rey que se supone que soy. No sé tratar al amor, nunca lo enfrenté de la manera en la que me lo ofreces, y podrías resultar herido. No deberías de querer esto."

"¿Qué, si es lo que quiero?" cuestionó con firmeza, expuesto hasta la médula, incapaz de retroceder.

"¿Y si te quiero menos de lo que me quieres?"

"Me atrevo a dudar sobre si el amor es como monedas de oro, contable. Es-"

"No te amo sólo porqué te besé."

"Lo sé."

"No sabemos lo que estamos haciendo."

"Definitivamente no."

"No sé lo que estoy haciendo." Jimin sonrió ampliamente, de nuevo le dedicó dos medias lunas negras y profundas segundos antes de callar cualquier palabra con sus propios labios.
Se besaron, pero esa vez, no hubo interrupción.

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Cuando volvieron a crear distancia, tenían las mejillas rojas, observar las pinturas les pareció más cómodo que cruzar sus miradas, absorbían el oxígeno del ambiente como si quisieran pretender que no necesitaban de él.

"Yo..." Jimin fue el primero en intentar hablar, sus palabras se le enredaron ante el innegable hecho de que no sabía qué decir, temblaba desde la punta de sus pies hasta el último cabello en su cabeza. "¿Po-Por qué las mujeres están a la izquierda menos YoungMi?" fue el primer detalle que notó, fue la excusa perfecta para romper el silencio y la interminable necesidad de volverlo a besar.

Min Yoongi carraspeó, por un instante olvidó quien era YoungMi, a qué se dedicaba o qué hacían en ese lugar.

"Ah...el lado derecho corresponde a los descendientes directos de la familia." volvió a recuperar su voz, miró a Jimin, le sonrió, ansioso de que sus ojos volvieran a desaparecer y con la esperanza de aún así captarse a sí mismo en el brillo de las lunas. "Si pudiéramos tener un descendiente, estaría en el lado derecho. Por alguna razón nuestra sangre es prácticamente incapaz de dar mujeres, excepto YoungMi, es la única."

"He oído que tiene incluso más templanza que aquella atribuida a los varones."

"Su padre no pensaba lo mismo. La reina murió trayendola al mundo, y se rumora que el rey asesinó a quien YoungMi amaba por no haber sido de su agrado, pero nadie lo sabe realmente."