Min Yoongi
No siempre fue así.
Solía despertar tan pronto como el sol golpeaba mi rostro, sonreír y bajar de prisa para el desayuno, besar la mejilla de mis padres y cargar a mi hermano, sosteniendo su peso entre mis pequeños brazos y creyendo que él, en cambio, era diminuto. Solía asistir a las clases que me enseñaban como ser un buen príncipe y un excelente futuro rey, prestaba atención y hacía notas, reía con mi mejor amigo y fantaseaba.
En ocasiones, entonces, no comprendía el por qué, por qué mi cabeza daba vueltas y dolía más que una puñalada, por qué la luz del sol me molestaba como el infierno y por qué un par de desconocidas mujeres se aferraban a mi torso. Por instantes, despertaba creyendo que aún estaba soñando, que esa habitación desordenada no era mía, que las marcas sobre mi piel no habían sido producto de una noche caliente de la cual me iba a arrepentir, que el vino no comenzaría llamarme en cuanto sus efectos se fueran de mi sistema, que era un humano de nuevo.
Pero no era así, aquel desastre que frecuentemente llamaba vida, era real, tan real como la molestia que me invadía de pies a cabeza mientras removía al par de chicas rubias que dormían profundamente en mis sábanas, las sábanas de un príncipe.
"Ey, ustedes." les llamé, con las cejas juntas y un olor apestoso a sexo.
"¿Mmh?" murmuró una de ellas cuando finalmente despertó, y me sonrió. Eso me hizo enfadar más.
"Largo de aquí, las dos." si Min Yoongi, príncipe y heredero al trono del reino más poderoso, te pide que te vayas, lo haces, no importa si estás desnuda, en un castillo que no conoces y con una resaca que casi te hace preferir morir antes de seguir vivo. Así que obedecieron, en menos de un minuto mi habitación estaba vacía, a excepción de un sirviente.
"Su baño está listo." cada mañana tenía que estarlo, era la único que traía paz a mi mente después de mis usuales noches poco tranquilas. Asentí y, sin decir nada más, caminé hasta el espejo del baño, me ví reflejado en él.
Tenía un par de ojeras marcadas que casi me hacían parecer un muerto, tal vez no eran tan graves, pero el tono pálido de mi piel las hacía resaltar.
"Hermosamente miserable." me describí en voz alta.
Mi papá usualmente decía que debíamos ser un ejemplo, porqué nacimos como príncipes y era un cargo importante, que debíamos mantener una buena imagen y relación con nuestro pueblo, solía obedecer y estar de acuerdo.
Habían cuatro coronas rigiendo el reino, dos de ellas eran mis padres, los restantes eran Haneul y YoungMi, esta última repetía constantemente las artimañas que cualquiera ajeno a la monarquía podría hacer por alguna de nuestras riquezas, nos advertía de los peligros que sufriríamos si confiábamos en personas de baja cuna. Su pensamiento siempre me pareció absurdo.Pero a primera hora de la mañana, con dolor de cabeza, aturdido por el exceso de ruido que tuve el día anterior y con un deseo irrefrenable de tirarme por el balcón, admitía que cualquier cosa que pudiera justificar mi mal humor, era útil, incluso algo absurdo.
"Min Yoongi, heredero de toda una nación, ¿Quién no se arrastraría en el vil fango por un poco de lo que posees?" era lo que cruzaba por mi mente en esos momentos.
Sumergí mi cuerpo en el agua tibia, inmediatamente me sentí relajado, extrañaba ese sentimiento, de calma y paz que me devolvía, por lo menos, un ápice de energía.
Sabía cómo iba terminar mi día, no sería entre la soledad de mis sábanas o al compás del oleaje junto al muelle, no, la noche llegaría mientras yo intentaba reemplazar la sangre de mis venas con vino y juraba amor eterno a rostros femeninos que no recordaría al día siguiente. Tal vez las aves irían a dormir cuando estuviera aceptando plantas extrañas de reinos lejanos que, según un par de desgraciados como yo, te llevan al paraíso sin moverte de lugar o, tal vez, el alba se avivaría mientras estaba en el rincón de algún lugar, rodeado de personas en éxtasis, pensando que me querían arrancar la corona y quedarse con todo lo que poseía mi familia, y en qué sería mejor que corra su sangre antes que la mía, una lástima porqué para ese momento, muy seguramente, no podría ni moverme.
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❛Príncipe❜ #2 ❝Distinto❞ [YOONMIN] [TERMINADA]
RomanceHay un par de cosas complicadas en la vida de Min Yoongi, empezando porque tiene jaqueca y quiere vomitar, ah, y que se va a casar en siete días. Por poco y lo olvida. Park Jimin, por su parte, no tiene tantos inconvenientes, llegar a un reino nuevo...