Noah
Amanda insistió en salir de casa sin la chaqueta. La veo morirse de frío al bajar del carro. Le ofrezco mi saco. Lo rechaza. Se apresura en entrar a la tienda.
Dentro la calefacción está encendida y vuelve a sentirse cómoda. Muchos ojos se posan sobre ella porque es realmente hermosa y su sonrisa cautivaría a cualquier hombre.
Me acerco a ella y la tomo de la cintura -¿qué quieres comprar? ¿Debo traer un carrito? - ella sonríe
-Me conoces súper bien - llevaré algo de cada pasillo. Tienes que acostumbrarte a la Amanda compradora compulsiva
-Me encanta todo de ti Amanda. Todas tus personalidades
-¿ Me estás diciendo cuadripolar?
Me encojo de hombros. No sé que responder a ello. Soy psicólogo y creo que la mayoría tenemos personalidades múltiples
Ella se echa a reír.
Pensé, por un momento, que se enojaría aunque debo reconocer que cuando lo hace me gusta aún más.
Hace que mi deseo crezca y en estos momentos solo intento controlarme así que debo asegurarme de no hacerla enojar...
Caminamos por los pasillos empujando el carrito y ella efectivamente coge algo de cada pasillo y en muchos de ello no solo un artículo sino muchos de ellos.
No debería sorprenderme, debería, por el contrario, agradecerle. Como dice ella. Lo hace por mí. Porque yo lo "necesito"
Es tan dulce. Esa chica me tiene a sus pies.
Amanda
Eso de provocar celos en Noah lo dejé de lado al salir de casa. No puedo seguir actuando de ese modo tan infantil.
Me gusta mucho y quiero que lo nuestro realmente sea algo serio. Como él siempre me dice - que sea algo especial.
Nos apresuramos en pagar y salimos al estacionamiento. Mientras él coloca todo en el maletero. Lo tomo por sorpresa, paso mis manos por su cuello y lo beso.
De forma apasionada. Demandante. Como si solo existiéramos él y yo en ese momento. Él corresponde mi beso y me toma de la cintura. Me elevó un poco poniéndome de puntitas y sus manos están ahora un poco más abajo.
Pero en ese momento una voz firme y demasiado conocida me saca de mi ensoñación.
No solamente no estamos solos sino que mucha gente , en el estacionamiento , nos mira ...
Entre ellos mi padre.
Sostiene una mirada llena de asombro, indignación, decepción.
No sé que decir ni como actuar. Como acto reflejo intento bajar mi vestido y cubrir mis muslos un poco más.
Llevar este atuendo resulta un poco vergonzoso frente a mi padre.
Y que me haya visto besando a un hombre empeora las cosas. Mucho más tratándose de alguien que él conoce muy bien y alguien que es mayor que yo.
Mi padre sólo atina a decir
-Amanda ¿podemos hablar? Y se aleja con paso aletargado
-Señor Birman creo que ambos le debemos una explicación- interviene Noah
-Doctor solo necesito hablar con mi hija. Será un momento. - le recalca mi padre - sonando tajante
No entiendo qué esta sucediendo. Papá no suele hablar de ese modo. Tan pausado. Tan cortante. No es el hombre que conozco. Nunca actúo así conmigo.
Pero quizás lo tengo merecido, vengo engañando a todos.
Pero Noah es solo mi enamorado. No ha pasado nada más. Nada de lo que puedan acusarme. Me enamoré. Me enamoré del psicólogo de Abril. De su psicólogo.
Pero que desde hace un tiempo no lo es más.
Y que si bien es mayor que yo ambos tenemos claro lo que sentimos. Ambos nos respetamos.
Quiero seguir pensando así sobre nosotros. Tener esos argumentos y poder defenderlos cuando deba darle una explicación a mi padre.
Pero cuando él se detiene frente a su carro me abre la puerta del copiloto y se dirige a su puerta me aterro.
No puedo decepcionar a mi padre. No siento la fuerza para defender mi relación con Noah.
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Enamorada de su psicólogo / Mr portafolio (completa)
Подростковая литератураun portafolio nos acercó . la vida nos enamoró pero el profesionalismo nos separó