22. Taxi por aplicación

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Una mañana decido ir al centro comercial con Renzo. Pronto será el cumple número 20 de Dani y quedé con Renzo en ir juntos a buscar el regalo.

Nos tomamos un helado. De esos que vienen en conos divertidos y comparto en instagram mi felicidad y la heladería en la que me encuentro.

De pronto recibo una alerta de SMS y salvo que sea alguna bolsas de MB extras no se que otro mensaje podría ser, me dispongo a leer

Señorita Amanda... su taxi ha llegado - Es un número desconocido

Me aproximo hacia la avenida y veo su carro con luces intermitentes. Es él, Noah... de seguro que vio mi estado. Que intenso este hombre , aunque me encanta que sea así, pero en estos momentos estamos distanciados. Desde la última conversación por chat cuando le dije que nuestras edades nos condenaban a separarnos. -

Noah sigue esperando con la luna abajo , estoy con Renzo y no sé qué decir. Se nota claramente que ese hombre es mayor que yo y Renzo lo ha visto en la Universidad, se le debe hacer conocido no me puedo dirigir a él como si lo conociera

-Disculpe, no pedí ningún taxi - le alcanzo a decir al "taxista"

-Señorita, me figura que había programado el trayecto para las 4 de la tarde ¿Se dirige a Av. Monteverde 650? - en serio uso la dirección de mi casa? - es demasiado cínico pero le sale súper bien su papel

-Amanda, vamos, el entrenamiento de hoy estuvo fatal , agradecería no tener que caminar. Me dice Renzo, lo miro a y no puedo creerlo. Noah sonríe triunfante y agrega

-La carrera esta pagada con tarjeta de crédito, si la cancela le harán el recargo igualmente- me dice sonando lo más amable que puede.

Está convencido de llevarme a casa y ¿Por qué? ... Claramente porque no quiere dejarte a solas con un chico, porque esta celoso, porque te ama- Me dice mi voz interna.

-Está bien Renzo, vamos

Subo y Noaho debería decirle el taxista, enciende la música. Voltea y pregunta ¿Está bien esa emisora?. Sé claramente que no es ninguna emisora sino mi playlist de Baladas cortavenas.

-Apáguela por favor, el romanticismo está sobrevalorado- lo desafío

-Disculpe que no comparta su opinión señorita - dice Noah

-No necesitas compartirla, ¿puedes darnos privacidad? - le inquiere Renzo y se ve bastante incómodo. Claro ha debido pensar que es un hombre mayor que coquetea con señoritas mientras les hace el recorrido.

Noah voltea y lo noto avergonzado. Renzo se dispone a revisar su celular y baja la cabeza, en ese momento veo, por el espejo retrovisor, como Noah me está mirando, sus ojos me buscan, me reclaman, me suplican.

Hace días que no le hablo, incluso eliminé su número de mi teléfono, no lo he bloqueado por no ser infantil pero he decidido que debo olvidarlo y para ello necesito cortar cualquier tipo de comunicación.

Noah no tiene el GPS activado, conoce demasiado bien la ruta a mi casa. Felizmente Renzo no es tan observador. En una esquina noto a Renzo apoyar su cabeza en mi hombro izquierdo, Noah frena intempestivamente y voltea.

Renzo se sorprende ¿Todo bien señor?. Noah vuelve a voltear y sé que está enojado.

-Renzo ¿Qué hacías? - le pregunto. Él y yo somos muy buenos amigos pero nunca hemos tenido tanta proximidad física

-Solo quería descansar Nanda, me recosté en tu hombro para cabecear un ratito

-Apóyate hacía tu lado

-Wow, qué seriedad - me dice alzando las manos en señal de tregua . Y se aleja

Noto a Noah sonreír al sentirse ganador, al creer que he puesto a Renzo en su lugar solo por él, en realidad lo hago por Renzo, no quiero que se haga ideas falsas de nuestra relación. Es solo amistad y se la ha dejado en claro demasiadas veces.

Señorita en 2 minutos llegamos - anuncia Noah

Sí, lo sabemos- dice secamente Renzo. Hoy se está comportando como un patán. Existirá la posibilidad de que sepa quién es Noah y lo esté haciendo a propósito ¿Cómo podría ser?

Noah estaciona frente a mi jardín - Hemos llegado - nos anuncia

Renzo baja por su lado y yo por el mío. Claro Renzo no es ni la mitad de caballero que es Noah, veo las ganas que tiene él de abrirme la puerta, como siempre lo solía hacer, pero sería algo desubicado que como taxista bajara a abrirme.

Buen día- es lo último que me dice y yo me desarmo, suavizo mi mirada y le regalo una sonrisa, una real. En el fondo adoro que haya venido a buscarme, para verme, para aliviarme el viaje en bus, para estar cerca de mi, aunque de una forma extraña pero finalmente lo ha conseguido.

Enamorada de su psicólogo / Mr portafolio (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora