45. Sin novedades

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Amanda:

Y así me quedé con esa actitud de rechazo por parte de Noah. Podría también llamarse acto de caballerosidad o gesto de respeto pero para mí era solo rechazo. Me repetía una y otra vez que él debería verme como una niña y no tenía ningún interés en enrollarse con una niñata inexperta. 

Seguro que ha tenido a las mujeres más hermosas, sensuales y expertas en su habitación. Sabia que pensar y darle vueltas al asunto no ayudaría pero no podía evitarlo.

La semana transcurrió con más prisa de lo normal. Lo veía casi todos los días, la mayoría en plan "amigos" más que pareja. Salíamos a caminar al parque, lo visitaba en su consultorio, íbamos a tomar jugo y todo el tiempo nos llamábamos por teléfono y hablábamos como tórtolos pero el asunto "sensual" de la relación nunca volvió a surgir.

Tampoco es que este desesperada de que suceda , solo me parece raro que no sea así. Con mi novio anterior y con la mayoría de parejas de mi edad no pasa ni 1 mes para que pasen a la base 2 . 3 y 5 mil pero yo parecía haberme quedado estancada en la primera base.


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Noah:

No sé cómo había podido siquiera articular palabras después del contacto con Amanda, la deseo como hace mucho no deseaba a nadie, podría decir que incluso nunca me había sentido así, sé que es bastante menor que yo y no quiero que sienta que la presiono, que se sienta obligada o que piense que soy uno de esos chicos que van por el mundo siendo cariñosos con las chicas hasta llevárselas a la cama.

Quiero que lo nuestro sea especial porque ella es especial. No sé como actuar con ella, es tan delicada y frágil. No pretendo hacerle daño pero siento que me descontrolo cuando la tengo cerca, es tan difícil mantener la cordura a su lado.


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Amanda:

Eran las 6 de la tarde y terminaba clases. Alisté mis cosas y me puse la chaqueta el vestido que llevaba hoy era de flores y de tela muy fina y el verano ya estaba terminando, me froté los brazos intentando entrar en calor. No podía arrepentirme de mi elección porque esta mañana desayuné con Noah y sé cuánto le gusta mi vestido o mejor dicho como me veo en él y me encanta cómo me mira. 

Pero no conté con que las clases terminarían al atardecer y corría mucho viento, felizmente cogí la chaqueta porque mamá siempre me lo recuerda, sea la estación que sea, me cuasi obliga a llevarla conmigo y hoy se lo agradezco , siento que podría pescar una neumonía.

Me arrepentía de no haber traído el carro conmigo. Pese a que odio manejar en hora punta, odio más tomar el autobús y sentir a toda la gente encima tuyo hablando demasiado cerca y otros aprovechándose para pegarse más.

Cuando crucé la puerta escuché una bocina y miré hacia la izquierda, un carro azul me hacia luces. ¿Qué rayos? pensé, no había nadie más a mi lado, sentí que la señal era para mí, pero ¿Quién me llamaba? empecé a sentir miedo, no es el auto de mi padre ni tampoco el de Noah.

Enamorada de su psicólogo / Mr portafolio (completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora