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- ¿Entonces?- Dijo Thomas cruzado de brazos.

- ¿Entonces qué?- Preguntó Jared fingiendo no saber a qué se refería.

Ya habían pasado cuatro días de que Jared les había prohibido a Nagisa y Jack regresar al club, desde entonces nadie había asistido. Nagisa le había explicado a Thomas lo que había ocurrido. Durante aquella visita que Thomas había hecho para hacerle un chequeo, como los últimos días, él le había dicho que debía volver a trabajar en la escuela, Jared era insoportable, y que Nagisa diga eso era sorprendente. Thomas no dijo nada sobre el tema durante un rato, cuando estaba por irse sólo dijo " No te preocupes, yo me encargo". En ese momento Nagisa no había entendido a qué se refería, pero aquel día, cuando las clases terminaron y ya era hora del club, se encontraron con Jared y Thomas hablando. Nagisa, junto a todos lo demás del club, decidieron acercarse a ellos para descubrir de qué estaban hablando ambos hombres.

- Sabes a lo que me refiero, no eres tonto, eso lo sé de sobra. Tienes que dejarlos volver.

- No lo haré.

- Oh, ¿De verdad?

Jared y Thomas se miraron a los ojos con una expresión seria. Por un momento los ojos de ambos brillaron. Nagisa pudo jurar que por un segundo los ojos de Jared fueron de un color rojo intenso, casi iguales a los que había visto en Jared aquell vez, pero luego volvieron a tener aquel azul de siempre. Los de Thomas brillaron de un rosa brillante, y después volvieron a su tono rojo de siempre. Por lo que sabía, los seres no mágicos veían los ojos de Thomas de color café. Había visto eso en Thomas antes, pero nunca le había prestado mucha atención, al menos no hasta que supo que era un brujo. Todos allí querían decir algo, pero nadie parecía atreverse. Ryuu, mientras todos estaban expectantes de lo que ocurriría, sólo podía pensar en aquel extraño brillo en los ojos de Jared. Estaba seguro de que no lo había imaginado, tal vez Jared... ¿De verdad podía ser parte de todo aquel mundo de magia? Algo le decía que eso no era bueno.

- No me intimidas- Dijo Jared mostrando los dientes, como si quisiera gruñirle como amenaza. Estaba realmente molesto.

- No es mi intención hacerlo, Jared... ¿Sabes? Retiro lo dicho, si eres un poco tonto. Te descuidaste sólo un momento y así yo conseguí lo que quería. Deberías pensártelo mejor, estás del lado del bando que perderá, y en cuanto llegue el momento, no te tendré compasión.

- Hijo de...

- Compórtate como buena mascota y no digas groserías, ¿Quieres? Nos están mirando, y esto es una escuela.

𝙔𝙊 𝙈𝘼𝙏𝘼𝙍𝙀 𝙈𝙊𝙉𝙎𝙏𝙍𝙐𝙊𝙎 𝙋𝙊𝙍 𝙏𝙄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora